■ En México, 40% de los nuevos contagios ocurren en ese sector
Jóvenes de entre 15 y 29 años, los principales afectados por el sida
El VIH-sida afecta principalmente a los jóvenes de 15 a 29 años de edad, y en México, para este sector, la enfermedad es la cuarta causa de muerte, mientras que 40 por ciento de las nuevas infecciones también se registra en este grupo, advirtió Cristina Azkárraga, oficial del programa de VIH-sida de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Además, por la falta de información los jóvenes no se perciben en riesgo de infectarse con el virus, según demostró una encuesta realizada en 2007, en la que 74.2 por ciento de los entrevistados dijo que su pareja no podría transmitirle la enfermedad o alguna infección de transmisión sexual. La razón para 32 por ciento es que “conocen bien” a su pareja.
En conferencia de prensa para dar a conocer las actividades que realizará el organismo Fuerza Joven durante la Conferencia Internacional de Sida que tendrá lugar en la ciudad de México, en agosto próximo, Azkárraga resaltó la importancia de promover la educación sexual integral desde la edad prescolar, porque al dar la información en edades posteriores se corre el riesgo de que los jóvenes inicien su vida sexual antes de ello.
También comentó que otro problema que enfrenta 60 por ciento de los adolescentes es la falta de servicio médico regular. Otra gran parte de ellos pierden el derecho a la seguridad social que adquieren de sus padres, en tanto no demuestren que siguen estudiando.
Fuerza Joven es un organismo en el que participan agrupaciones de varios países, los cuales participarán en la Conferencia Internacional de Sida con la finalidad, entre otras, de incidir en el diseño de las políticas públicas en la materia.
A escala mundial, existen mil 500 millones de personas que tienen entre 12 y 24 años de edad, de los cuales mil 300 millones viven en países en desarrollo. En tanto, en América Latina y el Caribe se encuentran alrededor de 2 millones de personas que viven con VIH-sida, y resulta que entre los mecanismos que favorecen la propagación de la infección en la región se encuentra la combinación del desarrollo socioeconómico inequitativo y la alta movilidad de la población.