■ La relección de Uribe, “el golpe más duro contra las FARC”, sostiene la ex candidata
Rescatan a Ingrid Betancourt y 14 rehenes más en operativo militar
■ La acción del ejército, “comparable con las mayores epopeyas épicas de la historia”, dice el presidente de Colombia
■ Entre los liberados, tres estadunidenses
■ Apoyo logístico de EU
Ampliar la imagen Ingrid Betancourt con su esposo, Juan Carlos Lecompte, ayer en Bogotá, luego de más de seis años de cautiverio de la política colombiana que fue rescatada con otros 14 rehenes en un operativo del ejército Foto: Ap
Bogotá, 2 de julio. En lo que la propia Ingrid Betancourt describió como una “operación absolutamente impecable”, que contó con apoyo logístico de Estados Unidos, la ex candidata presidencial colombiana, secuestrada hace seis años por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), fue rescatada hoy con otros 14 rehenes, entre ellos tres contratistas estadunidenses. Vestida con chaleco militar y flanqueada por los altos mandos castrenses colombianos, Betancourt dijo en sus primeras declaraciones que la “relección de (el presidente Álvaro) Uribe es el golpe más duro contra las FARC”.
La ahora ex rehén, por cuya liberación se movilizaron los gobiernos de Venezuela, Ecuador y Francia, agradeció “primero, a Dios y a la Virgen” por lo que llamó “un milagro”, y después al ejército de su país y a “nuestro gran presidente” por el operativo que concluyó sin “un solo tiro” en la región selvática del departamento de Guaviare.
Betancourt agradeció a sus “hermanos de Francia” por el papel que desempeñó París en su liberación y a los medios de comunicación, por haber difundido su imagen y mantener viva la tragedia que viven decenas de secuestrados por las FARC que han vivido hasta más de diez años en las selvas colombianas.
Elegimos democráticamente a nuestro gobierno, señala la política
La colombo-francesa sostuvo que la mediación de los presidentes venezolano, Hugo Chávez, y ecuatoriano, Rafael Correa en el proceso de paz en Colombia, es muy importante, pero bajo la condición de “respeto a la democracia colombiana”. Expuso: “los colombianos elegimos democráticamente a nuestro gobierno, nunca elegimos a las FARC”, dando así un segundo espaldarazo a la relección de Uribe.
El mandatario, en un mensaje nocturno a la nación, aseguró que el operativo fue una acción “comparable con las mayores epopeyas épicas de la historia”.
“El operativo tuvo la luz del Espíritu Santo, la protección de nuestro Señor y de la Virgen en todas sus expresiones. Como lo diré esta noche es un operativo de inteligencia comparable con las mayores epopeyas épicas de la historia de la humanidad, sin que se hubiera derramado una gota de sangre y sin que se hubiera disparado un arma”, dijo Uribe, acompañado por Betancourt, quien sostuvo a su vez que “la mano de Dios está con nuestras fuerzas militares”.
El mandatario continuó el panegírico al afirmar que ahora las fuerzas de seguridad colombianas comparten “la excelsa gloria de los héroes de la humanidad”, cuyos nombres se escriben en letras de oro. Habló de la “ilimitada inteligencia” de los colombianos y aseguró que el rescate fue un “homenaje a los derechos humanos” encaminado a una “paz total”. Llamó a las FARC a liberar al resto de los secuestrados.
Ante los rescatados y los altos mandos del gobierno y del ejército, Uribe se permitió hacer un chiste al afirmar sobre la madre de Betancourt, Yolanda Pulecio, quien anteriormente acusó a Uribe de carecer de voluntad política para lograr la liberación de los secuestrados por las FARC: “Yolanda, que poquito me quiere, yo aspiro a conquistar el amor de ella...”.
Uribe y su ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, afirmaron que no se consultó a las familias sobre el operativo pues había certeza de que el riesgo que corrían los secuestrados sería mínimo. El “plan B”, explicaron, era rodear la zona y formar un cordón humanitario para enviar una misión que sacara a los rehenes, y una tercera opción era permitir que las FARC huyeran llevándose a los rehenes.
Tras su rescate, Betancourt y los otros 12 militares y policías liberados fueron recibidos en la base militar de Catam, en Bogotá. La ex candidata abrazó a Pulecio y a su esposo, Juan Carlos Lecompte.
Betancourt agradeció al gobierno de Uribe y a Santos porque, según dijo, “si no hubieran tomado el riesgo que tomaron, nos hubiéramos quedado quién sabe cuántos años más en ese calvario que vivimos”.
La ex candidata presidencial relató que llegó un helicóptero blanco a recogerlos pues, según sus custodios de las FARC, iban a ser trasladados hacia otro sitio de cautiverio.
En realidad, el ejército colombiano infiltró a “al alto secretariado” de las FARC y convenció al jefe del grupo que custodiaba a los rehenes, identificado como César, que había órdenes de trasladar a los prisioneros a ver a Alfonso Cano, sucesor del fallecido Manuel Marulanda Velez.
El helicóptero blanco resultó ser una nave del ejército. Cuando Bentancourt y los otros 14 rehenes ya estaban atados y a bordo custodiados por César y otro guerrillero, la nave despegó y los efectivos militares infiltrados redujeron rápidamente los rebeldes. Betancourt narró que una vez dominados éstos, la tripulación del helicóptero gritó: “¡Somos del ejército de Colombia!¡Están ustedes liberados!”
“Creo que esta es una señal de paz para Colombia, nosotros podemos lograr la paz y confiamos en nuestras fuerzas militares y quiero agradecerle a cada uno de los soldados de Colombia”, agregó. Dijo lo mismo en francés, en su mensaje dirigido al gobierno del presidente Nicolas Sarkozy, quien ya envió a los hijos y al ex esposo de Betancourt en un avión privado a Bogotá.
También pidió a la guerrilla que no ajusticie a los demás custodios tomados por sorpresa por el operativo Jaque. Betancourt se rehusó a afirmar que el éxito de la misión sea indicio del “fin de las FARC”. Sostuvo que el movimiento parece no tener muchos recursos y que el rescate es “una señal de que la logística puede estar en dificultades”. Lo que sí afirmó es que el “mayor golpe contra las FARC” es el hecho que Uribe haya sido relecto y se le permitiera mantener por otro mandato con la prioridad de desarticular a la guerrilla.
Con la liberación de los 15 rehenes quedan aún en poder de las FARC otros 24 secuestrados, entre ellos tres políticos y varios militares y policías, algunos de ellos con más de 10 años de cautiverio, que el grupo armado pretende canjear por medio millar de rebeldes presos.
Estados Unidos estaba enterado y cooperó con “aspectos técnicos” del operativo militar colombiano, dijo el embajador estadunidense en Colombia, William Brownfield, en una entrevista televisiva.
Carlos Gaviria, jefe del principal partido opositor, el izquierdista Polo Democrático Alternativo, señaló estar “sumamente alborozado” por el suceso. “Ojalá este episodio les hiciera ver con claridad a las FARC que están librando una lucha sin sentido y que deben cesar los crímenes de lesa humanidad”.
Al cierre de esta edición llegaron a una base militar en San Antonio Texas, Keith Stansell, Marc Gonsalves y Thomas Howes, los contratistas estadunidenses captuarados por las FARC tras el derribo de su avioneta en Caquetá, en 2003.