■ En 48 horas se da cita para solicitar documentos; antes la espera promedio era de 147 días
Consulado mexicano en NY agiliza trámites
Nueva York, 2 de julio. Se esfumaron las filas de mexicanos que padecían, a lo largo del año, frío, calor, lluvia y nieve a las afueras del consulado de México en Nueva York, como también los meses de espera para obtener una cita, y así se ha logrado resolver el principal reclamo de la comunidad mexicana radicada en Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey, reportó el cónsul general aquí.
Para un mexicano en Estados Unidos, la documentación es vital para establecer identidad y defender derechos básicos, particularmente en un país que reduce a los extranjeros indocumentados a la calidad de delincuentes.
“Se acabó el rezago en el consulado”, anunció hoy el embajador Rubén Beltrán, cónsul general de México, y afirmó que se ha eliminado la espera de entre cinco y seis meses para una cita, con el fin de solicitar documentos, como pasaportes y matriculas consulares. Antes de febrero, refirió, la espera entre la llamada al consulado y la cita era de un promedio de 147 días, y ahora es de entre uno y dos días.
A la vez, se dio un crecimiento del 74 por ciento en la atención de personas, y en lo que va de 2008 ya se ha superado el número total de solicitantes atendidos durante todo 2007 (de 104 mil a más de 113 mil combinadas entre la sede del consulado, de las oficinas móviles entre enero y junio de 2008).
Estos resultados se lograron por medio de una estrategia que combinó una “reingeniería” del sistema de atención en la sede consular y el uso extenso de dos unidades de consulados móviles, para atender las necesidades de una comunidad mexicana que superó un millón de personas en los tres estados –Nueva York, Connecticut y Nueva Jersey–, que son responsabilidad de la cancillería en esta ciudad.
Los consulados móviles también han tenido mayor éxito por una relación de cooperación que se estableció con unas 34 organizaciones comunitarias en la zona, afirmó Beltrán en conferencia de prensa.
Dijo que aunque se ha logrado cumplir con uno de los compromisos principales que anunció, al llegar a este puesto a principios de año, “no estamos cantando victoria”, ya que hay mucho más que se necesita hacer e indicó que ahora se avanza hacia una segunda fase, cuyo objetivo es mejorar la calidad de los servicios que presta esa sede, sobre todo “dar un servicio humano”.
En otros esfuerzos relacionados, Beltrán recordó la recién lanzada “coalición” de consulados latinoamericanos, cuyo objetivo es buscar formas colectivas de responder y defender los intereses de las comunidades de inmigrantes latinoamericanos en esta zona.
En respuesta a preguntas sobre el clima antinmigrante que impera en el país y sus efectos sobre las tareas consulares, Beltrán dijo que existe lo que él llama “una geografía de la intolerancia”, donde diversas regiones y localidades experimentan este clima de manera menor o mayor. Nueva York, en general, dijo, es “una zona tolerante e incluyente” comparada con otras, pero que todo funcionario consular debe estar siempre preparado para reaccionar de inmediato. Aunque todo país tiene derecho a adoptar sus leyes migratorias, también está sujeto a normas internacionales que no permiten que se vulneren los derechos humanos o que se impida el acceso al apoyo consular, subrayó.
Por tanto, dijo que se impulsan consultas con autoridades migratorias federales en esta zona del país, se ha llegado a algunos acuerdos para el manejo de detenidos, entre ellos a menores de edad no acompañados, y con la coalición de consulados latinoamericanos se avanza para difundir de manera colectiva información sobre derechos y acceso a la sede para detenidos.