■ Para compensar, las familias más pobres recibirán mayor ayuda de Oportunidades, afirma

Admite Calderón que el alza de precios ya “pesa en el bolsillo” de los mexicanos

■ El mandatario señala su derecho a consentir a Michoacán, porque “esas querencias se valen”

■ Ante las críticas por el respaldo al Presidente, Godoy dice que “lo cortés no quita lo valiente”

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Ocampo, Mich., 2 de julio. En su tierra natal, el presidente Felipe Calderón se enorgulleció de estar “michoacanizando” el gobierno federal para enderezar el rumbo del país, y aunque su recorrido coincidió con el segundo aniversario de las elecciones del 2 de julio, no hizo referencia alguna a la fecha que celebró en grande el año pasado.

Tras dos días de haber recibido reiteradas expresiones de respaldo del gobernador perredista Leonel Godoy, el panista le correspondió en público y prometió que si bien trabajará parejo para todos los estados, lo hará fuerte por su tierra, sin importar el origen partidista de los gobernantes, porque “semos michoacanos”.

Primero, en el municipio de Ocampo, volvió al tema recurrente de esta gira, el encarecimiento de los alimentos. Ahí señaló que le “dolió mucho” que una mujer le pidiera bajar el precio de las “cosas”, porque el gobierno no puede hacerlo con productos que no vende.

Ante varios cientos de mujeres admitió que a los mexicanos ya les “pesa en el bolsillo” el alza de precios, que es casi de 10 por ciento en un año, según citó cifras del Banco de México, aunque aseguró que las familias más pobres podrán compensar estas alzas con el nuevo apoyo de 120 pesos mensuales del programa Oportunidades.

Como el gobierno no puede controlar los precios, señaló, “lo que sí podemos hacer, amigas y amigos, amigas en especial, es entonces subirles un poquito más el apoyo que tienen”, y estimó que el aumento en Oportunidades significará entre 10 y 40 por ciento más de ingresos para los 5.3 millones de personas inscritas en este programa.

Tras entregar el apoyo a varias mujeres, aseguró que además el gobierno está cuidando los precios de las cosas que vende, como es la harina Mi Masa, que se expende a cinco pesos el kilo, o el litro de gasolina, a 7.10 pesos.

Fue en este municipio donde reivindicó el poder de los michoacanos en su administración. Al dar instrucciones al secretario de Medio Ambiente, Juan Elvira, para que cuide unos viveros, recordó que también es michoacano como él, “así que estamos michoacanizando allá el gobierno federal, para que enderece el rumbo, digámoslo así”.

Lo dijo porque, comenzando por Calderón, la lista de michoacanos influyentes en este sexenio incluye, entre otros, a su secretario particular, César Nava; a los secretarios del Medio Ambiente y de la Función Pública, Juan Elvira y Salvador Vega, respectivamente, y al dirigente nacional del PAN, Germán Martínez.

Compañeros “olvidadizos”

En respuesta a las críticas que suscitó dentro del PRD su llamado a no ser mezquinos con Calderón y otorgarle respaldo, Godoy dijo brevemente: “hay compañeros a los que se les olvida que lo cortés no quita lo valiente”.

Incluso declaró que tiene “plena coincidencia” con su paisano en temas como la seguridad y el combate a la pobreza, aunque mantiene diferencias en cuanto a la reforma petrolera. Cuando se le preguntó si otros deberían seguir su ejemplo, contestó: “cada quien hace lo que considere”.

Al sostener un diálogo con ejidatarios en Tangancícuaro de Arista, Calderón invitó a la banda La Devastadora de Michoacán a que interpretara la canción Un puño de tierra, un clásico en el repertorio del extinto Antonio Aguilar.

Se escucharon los acordes, pero el Presidente no se animó a cantar esta melodía, porque “luego me regaña mi equipo”.

Aunque advirtió que se sabe la “letrita” y enunció una estrofa que dice: “El día que yo me muera no voy a llevarme nada; por eso hay que darle gusto al gusto… Así que ya saben, ya muerto no voy a llevarme nada, sólo un puño de tierra”.

Después, al recorrer el ex convento de Santa María Magdalena, en el municipio de Cuitzeo, reivindicó su derecho a consentir a Michoacán. Se justificó diciendo que “esas querencias se valen”, y ofreció impulsar fuertemente desde el gobierno de la República el turismo en la entidad.

Junto con el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Sergio Vela; el director del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Alfonso de Maria y Campos, y el secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, hizo un largo recorrido por el restaurado ex convento.

Con el argumento de que era inapropiado dejar que el Presidente se fuera de su tierra sin darle una “calurosa despedida”, el gobernador perredista tomó el micrófono sin estar considerado como orador en el programa.

Después de haberlo tuteado, agradeció la visita tanto del Presidente como de su esposa, Margarita Zavala, y de su comitiva, y los invitó a regresar “muchas veces a su estado”. Además, se congratuló que esto ocurrirá pronto, porque el próximo sábado Calderón irá a sembrar arbolitos a la entidad en busca de un récord mundial.