■ Señala que en la fiscalización de los recursos se dará prioridad a funciones preventivas
El nuevo esquema de contraloría del IFE evitará conflicto de intereses: Guerrero
■ La autonomía de gestión que le dio el Legislativo le permitirá ejercer con imparcialidad, afirma
Ampliar la imagen Leonardo Valdés Zurita y Edmundo Jacobo Molina, consejero presidente y secretario ejecutivo del IFE, respectivamente, en sesión del instituto de la semana pasada Foto: Carlos Ramos Mamahua
En su primer pronunciamiento desde que asumió el cargo de contralor general del Instituto Federal Electoral (IFE), Gregorio Guerrero Pozas adelantó que se aplicará un esquema integral de fiscalización de los recursos del organismo, en el que se dará prioridad a las funciones preventivas, sin demérito de que, una vez agotadas, se ejerzan las acciones correctivas “con todo vigor, firmeza y vinculadas a la autonomía técnica y de gestión”.
En un mensaje dirigido a la estructura operativa del IFE –donde fue presentado por el consejero presidente Leonardo Valdés–, Guerrero Pozas dijo que el área a su cargo verificará la operación del instituto en términos normativos, financieros, administrativos, de desempeño, de legalidad y de cumplimiento programático.
Lo anterior, a efecto de promover los cambios institucionales en las áreas del IFE que así lo requieran para impulsar el proceso de rendición de cuentas en el ejercicio de los recursos. Resumió los objetivos esenciales de la contraloría:
Lograr el adecuado ejercicio y cumplimiento de sus nuevas atribuciones; consolidar las actividades de verificación y fiscalización de los recursos; fortalecer el sistema de control interno; apoyar la mejora de procesos, y coadyuvar a la modernización administrativa del instituto.
En su oportunidad Valdés recordó que por amplia mayoría la Cámara de Diputados designó a Guerrero Pozas nuevo contralor general del IFE, y destacó que el funcionario llegó a encabezar la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y fue titular del órgano de control de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, Petróleos Mexicanos y la Financiera Rural.
Por su parte Guerrero Pozas dijo que el nacimiento constitucional y legal del nuevo esquema de contraloría general fue diseñado para superar “un posible conflicto de intereses entre los controlados y el órgano interno de control. Por dicha razón los legisladores nombraron directamente a su titular y ampliaron la cobertura de sus atribuciones, dotándole de autonomía y de recursos asignados por la propia Cámara de Diputados”.
A esa autonomía, subrayó Guerrero Pozas, hay que sumarle la coordinación que tendrá con la ASF y su autonomía de gestión, que le permitirá ejercer sus funciones bajo los principios de imparcialidad, legalidad, objetividad y transparencia.
Guerrero Pozas indicó que en todo momento se priorizarán las funciones preventivas, entre las que destacó el diseño y ejecución de programas de capacitación para cumplir las obligaciones; definir las medidas preventivas pertinentes para corregir irregularidades administrativas, y el uso de sistemas de control y evaluación para corregir el desempeño institucional del IFE.
Asimismo se desarrollará un esquema de monitoreo de operaciones al momento de planear, controlar y ejecutar las auditorías con base en sistemas informáticos para verificar que el gasto público se oriente a alcanzar los objetivos institucionales.
Sin embargo, subrayó que también se tiene previsto un esquema de valoración de conductas cuando se detecten irregularidades que se requieran sancionar con base en la Ley Federal de Responsabilidades y suplementariamente en la Ley de Fiscalización Superior de la Federación.