■ El cambio climático y la carestía pulverizaron los avances contra el hambre, dijo la FAO
Se deben invertir 30 mil mdd al año para garantizar la alimentación mundial
■ Aumentar recursos a la agricultura, controlar el agua, de las propuestas que hará en Innsbruck
Ampliar la imagen El director general de la FAO, Jacques Diouf, durante una conferencia de prensa en Innsbruck, Austria, sobre la reunión que se celebrará en esa ciudad en los próximos días Foto: Ap
Innsbruck, 25 de junio. Sólo una inversión anual de 30 mil millones de dólares garantizaría la alimentación de la población mundial hasta 2050, afirmó Jacques Diouf, director general de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Los efectos del cambio climático y el drástico aumento de precios de casi todos los alimentos fundamentales, han reducido a la nada los éxitos de muchos países emergentes en Europa y centro de Asia en la lucha contra el hambre, agregó Diouf en la víspera de la 26 conferencia regional europea de la FAO, que se celebrará en esta localidad austriaca durante dos días.
En la cumbre se analizará además el apoyo de la FAO a países de esas regiones afectados por el alza en los precios de los alimentos y su adaptación al cambio climático.
“Aumentar la producción de alimentos requiere un incremento de las inversiones”, especialmente en países con déficit de comestibles, pero advirtió que el problema no se limita a las regiones pobres del mundo.
Los países afectados lograron en los últimos diez años “un crecimiento sustancial en el sector agrícola”; el éxito fue más marcado en algunos países caucásicos y centroasiáticos de los más pobres de la región, señaló.
Diouf también consideró que los precios seguirán en el actual nivel debido a la demanda sostenida y los problemas adicionales ocasionados por el cambio climático y las escasas reservas. Sostuvo que uno de los principales objetivos es apoyar la agricultura, sobre todo ante el crecimiento de la población mundial.
“Nuestro mensaje es que debemos aumentar las inversiones en agricultura”, expuso Diouf, y señaló que otros aspectos en los que se requiere poner atención son el control de recursos de agua, infraestructura en caminos rurales, así como en el almacenamiento de alimentos. A corto plazo es importante proveer ayuda alimentaria de emergencia y tratar de salvar la próxima cosecha, asegurando el acceso adecuado a semillas, fertilizantes y alimentos para animales. También señaló la necesidad de generar un sistema justo entre los países industrializados y los que están en vías de desarrollo.
La conferencia de dos días en Innsbruck reunirá a representantes de 44 países de Europa y del centro de Asia para discutir los problemas de abasto para la población de estas regiones.
Mientras tanto, en Venezuela, expertos de la FAO aseguraron que la crisis suscitada por los altos precios de los alimentos es la más grave de los últimos 25 años.
Francisco Arias, representante regional de la FAO, indicó que en opinión de esa organización es importante atender poblaciones que padecen hambre, pero también aumentar la producción y mejorar los sistemas del comercio de alimentos.
El especialista participó en una videoconferencia promovida por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura para la inducción y refrescamiento del proceso preparativo del Codex Alimentarius. El programa fue creado en 1963 para elaborar normas internacionales con la finalidad de proteger la salud de los consumidores y promover prácticas equitativas en el comercio de alimentos.
Las políticas sobre biocombustibles desarrolladas en diversos países no resuelven el cambio climático ni la crisis de petróleo, aunque sí contribuyen a empeorar la crisis alimentaria, revela el informe Otra verdad incómoda, de la agencia internacional Oxfam. El análisis destaca que dichas políticas de los países ricos han llevado a más de 30 millones de personas a la pobreza y han contribuido a que se dispararan los precios de los alimentos hasta en 30 por ciento.