■ Multitudinario acto en Plaza de Mayo en apoyo a la democracia y al gobierno

“Dejen a argentinos trabajar”, pide Cristina Fernández a productores

■ Liberar carreteras, exige a cuatro entidades del agro que mantienen el paro y el bloqueo de rutas

■ Anuncian los ruralistas que el movimiento seguirá; dicen que valoran el “gesto” de la presidenta

Stella Calloni (Corresponsal)

Buenos Aires, 18 de junio. La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, pidió este miércoles “en nombre de la democracia, de la Constitución y las leyes que liberen las rutas y dejen a los argentinos producir y trabajar”, en un mensaje dirigido a los líderes de cuatro entidades rurales que mantienen un paro patronal con bloqueos de carreteras, desde hace cien días, en rechazo a un incremento de los impuestos especiales a la exportación de soya.

Lo hizo ante un acto multitudinario y plural que se realizó hoy en Plaza de Mayo, colmada por decenas de miles de manifestantes, a los que se sumaron espontáneamente personas que no integraban las columnas pero querían participar, lo que revela el espíritu de esta convocatoria.

También participaron grupos y movimientos que suelen tener posiciones críticas hacia el gobierno y que entendieron la necesidad de salir en “defensa de la democracia”, que sienten amenazada por diversos signos que se multiplicaron en los últimos días.

Sin embargo, no hay “humo blanco”. Después de larga reunión esta noche, los dirigentes de la Sociedad Rural Argentina, Federación Agraria, Confederaciones Rurales y Conninagro, aunque dijeron “valorar” el gesto de la presidencia de enviar el proyecto al Congreso, anunciaron que el paro que impide vender cereales al exterior seguirá hasta el viernes.

A esto continuará “un plan de acción” para visitar a diputados y senadores del interior y explicar la situación, para intentar influir en sus posiciones en el Congreso, que como anunció ayer la presidenta debatirá el aumento a los impuestos especiales a la soya.

Manifestaron dudas de si el proyecto irá cerrado al Congreso, a pesar de que desde hoy se dijo que se va a debatir en todos sus aspectos, lo que evidencia que buscaron una nueva excusa; además, demandaron reuniones con la presidenta y otros funcionarios.

Sobre la liberación de carreteras, dijeron que no son ellos los que determinan los bloqueos y que como dirigentes “no deben” controlar a las bases, por lo que algunos grupos continuarán bloqueando carreteras para impedir el paso de alimentos y combustible.

Además, anunciaron un estado de asamblea permanente en distintos lugares del país para informar sobre lo que vaya sucediendo en el Congreso.

Ésta fue la respuesta a los llamados de la presidenta, quien explicó hoy que cuando tomó la decisión sobre los impuestos a las exportaciones de granos para distribuir el ingreso, no lo hizo “para perjudicar a nadie. Lo hice para que viviéramos mejor”.

Aseguró que sueña con otra Argentina con empresas trabajando, con un campo que produzca más materia prima pero que le agregue valor, entre otras reivindicaciones sociales y económicas.

También mencionó que la actitud de cuatro personas (los dirigentes de las cuatro entidades) “que nadie votó ni eligió” y que “deciden y comunican quienes pueden circular por las rutas”, la llevó a comprender que se “estaba ante otro cuestionamiento. No eran las retenciones (impuestos), se estaba interfiriendo en la construcción democrática”, y recalcó que “Argentina es la de los poderes del Estado, constitucionalmente establecidos”.

Pero abrió un camino conciliador al decir que algunos ruralistas, “tal vez equivocados por la propia dinámica sectorial”, tomaron decisiones como los bloqueos carreteros, y les pidió que cambien de actitud, a la vez que convocó a los argentinos a “tenderles la mano y llamarlos a la reflexión”.

El acto en Plaza de Mayo mostró una sorprendente pluralidad y la presencia de una cantidad de artistas e intelectuales, que no suelen concurrir organizados, como sólo había sucedido cuando miles salieron a la calle en 1987 para detener una asonada golpista contra el gobierno de Raúl Alfonsín.

Los sucesos ocurridos entre el sábado y el lunes últimos en diversas ciudades del país, dieron la sensación de que se estaba tocando fondo y que el conflicto era llevado hacia caminos sin regreso. Los rumores golpistas se potenciaron y hubo correos electrónicos donde algunas figuras de la pasada dictadura ya festejaban la caída del gobierno.

Por su parte, el analista José María Pasquini Durán sostiene que aunque fue evidente la distensión después de los anuncios de ayer de la presidenta, no está dicha la última palabra y “a nadie se le puede escapar que detrás de los productores agropecuarios se agazaparon toda clase de enemigos y adversarios del actual gobierno, algunos muy mal intencionados, que no renunciarán con facilidad al tránsito por el surco abierto desde el campo y harán todo lo posible para mantener abierto el conflicto”.