■ Por qué la gente debe pagar tanto por el agua y la autoridad no hace nada, cuestiona
Se suma Raúl Vera a la inconformidad por abusos de trasnacional en Saltillo
■ La pérdida del control gubernamental sobre la iniciativa privada se expresa en este caso, dice
Saltillo, Coah., 17 de junio. “¿Por qué la gente debe pagar tanto por el agua que consume, mientras el gerente de Aguas de Saltillo gana 400 mil pesos mensuales? ¿Por qué tantos lujos a costa de las necesidades colectivas? ¿Por qué tantos abusos y las autoridades no intervienen?” Son preguntas que se formula el obispo Raúl Vera López, quien une su voz a la de todos los saltillenses molestos por la privatización del más vital de los servicios públicos.
“Cuando la empresa (Aguas de Saltillo, filial de la trasnacional europea Aguas de Barcelona) entró en operaciones en octubre de 2001, pidió permiso para explotar unos manantiales que están en Carneros, aquí cerca, dentro del municipio (de la capital de Coahuila) y se comprometió con los habitantes (de esa comunidad) a que ellos serían los primeros en tener agua en sus casas”, recuerda.
Siete años después, agrega, “los de Carneros nada más ven cómo el agua sale de sus propios terrenos y se viene a Saltillo sin que a ellos les toque ni gota. Este es un caso que ilustra claramente lo que estamos viviendo bajo el capricho de una empresa extranjera, que hace negocios explotando las necesidades esenciales de la población”.
El obispo que no se inmutó al recibir amenazas de muerte por defender a las bailarinas del cabaret El Golfo Pérsico, que en 2006 fueron secuestradas y violadas por elementos del Ejército en el poblado de Castaños; el tenaz luchador social que por presiones del gobierno de Ernesto Zedillo fue relevado de su cargo en San Cristóbal de Las Casas y que desde su llegada a estos desiertos no ha dejado de defender las causas de los pobres –en particular las de las familias de los mineros muertos por el derrumbe de Pasta de Conchos–, se altera visiblemente cuando expone el rosario de abusos que Aguas de Saltillo comete contra la gente.
“¿Cómo es posible que por instalar una toma de agua cobren más de lo que vale una casa?”, se pregunta en voz alta. “Actitudes irresponsables como éstas forman parte del mismo cuadro de injusticias que vemos en todo el mundo, y que son causantes de la pobreza, la marginación, la discriminación y el deterioro del medio ambiente, que amenazan la supervivencia de la humanidad.”
Vera López acaba de regresar a Saltillo, después de una gira de trabajo que lo llevó a Chicago, Roma, Viena y Maracaibo, para resolver cuestiones administrativas en el Vaticano, dar conferencias sobre derechos humanos en las capitales de Illinois y de Austria, y participar en los trabajos de un grupo de reflexión teológica sobre los problemas de América Latina, que la semana antepasada se reunió en la segunda ciudad más importante de Venezuela.
Negocio y lucro
“El problema de los servicios públicos en manos de la iniciativa privada es que éstos se convierten en un negocio y niegan la idea de que la persona debe trabajar para ser persona, no para convertirse en un objeto de lucro de los que más tienen. Este es el caso de los hombres y las mujeres que migran en todo el mundo para ganarse la vida con su trabajo. El nuevo capitalismo los persigue como si fueran delincuentes y eso genera injusticia, marginación y discriminación que agravan aun más la pobreza”, observa.
La violación de los derechos humanos de los migrantes fue el tema central de varias discusiones que sostuvo en Chicago, Viena y Maracaibo, donde dio a conocer las tragedias recientes de Coahuila, debido a la impunidad de los poderosos y “la pérdida de control del gobierno sobre la iniciativa privada, que se expresa tan claramente en el caso del agua de Saltillo, donde el servicio lleva un aumento acumulado de 400 por ciento”, subraya.
El obispo de Saltillo no pasó por alto que, “durante su encuentro en España, (Felipe) Calderón y (José Luis Rodríguez) Zapatero elogiaron las privatizaciones, sin hacer caso de las críticas acerca de todo lo malo que han causado en el mundo”. Y al recordar que está pendiente una posible privatización de Petróleos Mexicanos, insistió en que “cuando los servicios públicos quedan en manos privadas, el gasto social se reduce y baja la recaudación de impuestos”.