Usted está aquí: lunes 16 de junio de 2008 Política La Jornada de Oriente festeja 18 años con baile y comedia

■ Anuncian que en breve el diario contará con rotativas propias

La Jornada de Oriente festeja 18 años con baile y comedia

Javier Puga Martínez (La Jornada de Oriente)

Ampliar la imagen Un instante de la celebración en la ciudad de Puebla Un instante de la celebración en la ciudad de Puebla Foto: Rafael García Otero

Puebla, Puebla, 15 de junio. Cuando las luces del gimnasio de la Universidad Iberoamericana de esta ciudad se apagaron la noche del pasado viernes y Aurelio Fernández Fuentes, director de La Jornada de Oriente, comenzó su discurso de agradecimiento por el 18 aniversario de este diario, un invitado de otra casa editorial preguntó: “¿Y los invitados? Ya empezó esto y no han llegado el gobernador, la presidenta municipal, los diputados”.

“Cómo crees, éste es el único lugar al que no vienen, ni siquiera los invitaron”, le respondió quien estaba a su lado. “¡Qué chido! Así debería ser siempre!”, dijo de nueva cuenta el invitado, uno de los más de mil convidados a la fiesta por un año más de nuestro periódico, a nuestra fiesta.

La pregunta de nuestro amigo no sorprendió a los que estábamos en la mesa. En Puebla existe la costumbre de invitar a los mandatarios en turno –gobernador y presidente municipal de la capital–, a los festejos de los medios de información, a la inauguración de importantes negocios, bodas, bautizos y casi todo acto social. Entonces, los gobernantes se convierten en los agasajados y el motivo real del festejo pasa a segundo o tercer planos.

Sin embargo, en los recientes tres años, invitar a Mario Marín, por ejemplo, a apadrinar un proyecto o encabezar un festejo particular no ha sido sinónimo de buen augurio. Si no pregúntenle al equipo de futbol, beisbol y básquebol, Puebla FC, Pericos de Puebla y Ángeles de Puebla, respectivamente, así como a los dueños de algunos negocios locales: los primeros han tenido temporadas desastrosas y los segundos ya quebraron y cerraron sus puertas al público. Los únicos que se salvaban, los otrora llamados Tigres de la Angelópolis de beisbol, mejor se fueron a la ciudad de Cancún.

“Por eso mejor no los invitamos –respondió otra voz–, no sea que también vaya a salir mal.” Aunque cumplir 18 años es una conmemoración significativa, y como las muy distintas y recurrentes crisis en el país también pegan en esta ciudad de chiles en nogada, monjas, camotes y ahora cognac, el festejo fue sencillo, pero sobrio.

No hubo chambelanes, como se acostumbra en algunas comunidades del estado, pero sí dos invitados de lujo: Elba Esther Gordillo, en su caracterización de Jesusa Rodríguez, y Andrés Bustamante, en su papel de Ponchito.

La primera dio una gran lección de lo que es el sistema educativo, al explicar con detalle la Alianza por la Calidad de la Educación (la Aplácate), pacto que firmó con su archienemiga Josefina Vázquez Véndame (Mota), de quien reveló es la primera secretaria de estado emo, por su característico fleco que le cubre medio rostro.

Gordillo dio a los asistentes una exclusiva nacional: la nueva imagen de la portada del libro de texto gratuito, y anunció que será fundamental llevar a buen término esa alianza y sacar del rezago educativo a millones de mexicanos; se retomará la imagen de La Patria, del muralista mexicano Jorge González Camarena, pero con el nuevo rostro de la líder del sindicato magisterial.

Uno de los capítulos del libro estará dedicado al sexo, así los hombres podrán llamar sin pudor a sus genitales “mis partes”. Durante la explicación, referencia obligada fueron el góber precioso y el tema de la “pederastia”, algo que recurrente en Puebla; aquí los asistentes ovacionaron a Gordillo, quien mostró a todos su rostro mejorado con su último cirujano plástico, de quien dijo “ahora sí me dejó bien”.

Ponchito hizo la delicia de los asistentes al revelar cuál es el proceso de producción de La Jornada de Oriente, al ir a las mesas para entrevistar a directivos, editores, reporteros y fotógrafos, quienes dejaron evidencia que somos buenos para hacer preguntas, pero no siempre para responderlas y menos si son tan inverosímiles, como las que hizo quien es uno de los mejores comediantes del país.

Tras un debate que sostuvo con Gordillo, donde ésta sacó la peor parte, Ponchito mostró unos inventos diseñados en exclusiva por el Doctor Chun-Ga para quienes reportean para este diario: un cojín para silla con excusado integrado para aguantar las largas horas de los aburridos informes de gobierno; un guante que reduce el tiempo de elaborar una nota de horas a minutos por su velocidad para mover la mano, “pero no se use para otra cosa”; así como una útil computadora portátil que cuenta con un moderno “sed de ron”, no un cd-rom, sino un práctico vasito y una botellita de ron “para calmar la sed”.

Tras la presentación de esos dos grandes artistas comenzó un animado baile y la convivencia entre quienes hacemos este diario y nuestros usuarios. Seguimos cumpliendo nuestro pacto con los lectores de relatar la otra realidad de Puebla, ésa que no le gusta al poder, que es minimizada o escondida.

Esa noche todos nos quedamos con el abrazo cálido que envió nuestra directora Carmen Lira, por conducto de Mireya Cuéllar, coordinadora de Estados, con el sentimiento de que somos el hijo mayor de La Jornada nacional. A partir de un mes más podremos volar con nuestras propias alas con el nuevo proyecto editorial que significará imprimir el diario en rotativas propias.

Desde hace 18 años, y parafraseando a Aurelio Fernández, ¿qué sería de Puebla sin La Jornada de Oriente? Y apenas es el principio, apenas alcanzamos la mayoría de edad. ¡Salud!

 
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