Nuevo rumbo en La Habana: el Presidente
Madrid, 13 de junio. El presidente Felipe Calderón confió en que los nuevos vientos que soplan en Cuba, “frágiles si se quiere”, puedan dar aliento hacia una nueva aurora en términos de derechos humanos y democracia.
Por lo pronto, externó al presidente de la isla, Raúl Castro, la solidaridad de México para, cualquiera que sea el ritmo que sus condiciones políticas puedan tolerar, hacer de su país “la gran nación que siempre debió ser”.
En el foro Nueva economía, que reunió a poderosos empresarios y banqueros en un hotel de esta ciudad, se preguntó a Calderón si consideraba suficientes las medidas aplicadas por Raúl Castro para democratizar Cuba.
Primero descalificó el bloqueo económico impuesto por Estados Unidos, porque a final de cuentas, dijo, no son los gobernantes quienes pagan esa situación, sino la gente, al tener menos alimentos, medicinas y oportunidades para crecer.
Dijo desconocer cuánto tiempo tiene el bloqueo económico de Estados Unidos contra Cuba, porque “creo que tiene más años de los que yo de vida”.
Pero se mostró confiado en que cuando el bloqueo termine, los cubanos sabrán los beneficios que representa tener opciones distintas. “En pocas palabras, el poder ejercer la libertad económica a plenitud, también ese día se acelerará un proceso, a mi juicio, irreversible de reconquista de la libertad política.”
Y señaló que, como ser humano, deplora y lamenta que en cualquier parte del mundo, donde quiera que sea, sin hacer especificaciones, haya seres humanos sin libertad ni democracia.