Nueva pintura desintegra las sustancias que son tóxicas
Berlín, 10 de junio. ¿Ambientes con malos olores? ¿Humo de cigarrillo? Una nueva pintura para paredes es capaz de desintegrar las sustancias tóxicas del aire. Este descubrimiento pionero es utilizado con éxito en espacios interiores, y puede emplearse en exteriores.
“Se trata de imitar el maravilloso proceso de la fotosíntesis y, de modo similar a como hace una planta, provocar una reacción a partir de la luz solar que elimine las sustancias nocivas”, explicó a Tierramérica el profesor Horst Kisch, responsable del equipo del Instituto de Química Inorgánica de la Universidad de Erlangen, que llevó adelante las investigaciones.
La pintura consigue desintegrar sustancias como monóxido de carbono, formaldehído, dicloroetileno, benceno y óxidos de nitrógeno. Y lo hace sin contaminar.
El hallazgo se basa en un pigmento llamado dióxido de titanio, que desde hace tiempo es usado en dentífricos y pinturas, pero en este caso funciona como fotocatalizador: provoca reacciones químicas determinadas al ser estimulado por la luz.
Así, las reacciones de este pigmento, habitualmente inhibidas cuando se lo usa en productos como pastas de dientes, aquí fueron bienvenidas y actuaron como punto de partida para los trabajos de investigación. Sin manipular, el pigmento absorbe energía de las radiaciones ultravioletas que vuelven activa su superficie y, al contacto con el aire, produce enlaces de oxígeno que ponen en marcha reacciones que fragmentan las moléculas dañinas en partículas completamente inocuas.