■ Gobierno, oposición y periodistas condenan el ataque; no hubo heridos
Atentado contra imprenta del diario vasco El Correo; lo atribuyen a ETA
Madrid, 8 de junio. La imprenta del diario El Correo, uno de los principales medios del País Vasco, fue blanco de un atentado mientras se imprimía la edición de este domingo, ataque que fue atribuido por las autoridades y la policía regional a la organización armada vasca ETA.
La bomba, de cinco kilogramos, no causó heridos a pesar de que en el momento de la deflagración, esta madrugada, cerca de 50 personas trabajaban en el edificio, del cual fueron desalojados por la policía ante el temor a derrumbes o una nueva explosión.
Al artefacto, activado con temporizador, fue colocado en la parte trasera del edificio y destruyó una parte del muro, además de dañar las rotativas del diario, situado en la localidad viscaína de Zamudio, explicó la policía regional vasca.
“La bomba contra nuestras instalaciones Zamudio no parará nuestra rotativa ni mucho menos pondrá mordaza a nuestra voz, la que habla por la boca de cientos de miles de vascos que lo único que anhelan es el fin de ETA”, aseguró en un editorial el rotativo, que forma parte del grupo de comunicación Vocento, una empresa conservadora editora también del diario de difusión nacional con sede en Madrid ABC, y que también responsabilizó a ETA del ataque.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, condenó el atentado y expresó su solidaridad a los periodistas del diario El Correo, a los que aseguró que “jamás una bomba va a silenciar”, ni “nadie los va a amedrentar”, al calificar a ETA como una “banda de malhechores con la que vamos a acabar (...) a través del Estado de Derecho y con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.
El líder de la oposición, el conservador Mariano Rajoy, también manifestó su “firme voluntad y absoluto compromiso para trabajar a los efectos de derrotar definitivamente a ETA”.
El gremio de los periodistas españoles y vascos también condenaron y se solidarizaron con El Correo. La Asociación de Editores de Diarios Españoles (AEDE) señaló en un comunicado que “ni la vesania, ni la intolerancia ni la sinrazón conseguirán jamás silenciar la voz de la prensa y de sus editores, que es también la voz de una sociedad y de todos nosotros”.
Tanto el periódico como el grupo Vocento ya sufrieron atentados, uno de ellos en mayo de 2001, cuando el periodista Santiago Oleada murió en plena ofensiva del grupo armado tras el fallido proceso de paz con el gobierno del entonces presidente José María Aznar.