■ Los legisladores estadunidenses tienen esperanzas en lograr el pacto
En el terreno “de la fe”, la posibilidad de lograr un acuerdo migratorio con EU
Monterrey, Nuevo León, 8 de junio. La delegación estadunidense que participó en la 47 Reunión Interparlamentaria México-Estados Uni- dos atribuyó a un “acto de fe” y a la esperanza la posibilidad de establecer en el mediano plazo un acuerdo migratorio entre ambas naciones.
Fue el senador de aquel país, Christopher Dodd, quien reveló la realidad a los legisladores mexicanos, quienes optimistas insistían en asegurar que el acuerdo de marras sí es probable.
“Tenemos dos candidatos que han luchado para la reforma migratoria en nuestro Congreso, en el Senado. Es un asunto muy difícil ya, como ustedes saben, pero yo tengo fe en mis colegas, en el Congreso, y también en los dos candidatos, que nos vamos a mover a ese asunto, pronto, y quizá en algunos días, muy pronto en el Congreso, en la Cámara, pero cierto en el año que viene.
“No voy a decir que será la primera cosa que vamos a hacer, pero es muy importante en la agenda del próximo presidente, sea Mackein o Obama. Ojalá que sea Barack Obama, pero si no es él, yo creo que no vamos a seguir en eso. En un año electoral, los siguientes dos o tres meses, obviamente, van a ser muy difíciles para tratar de tener una reforma integral migratoria”.
Por su parte, el diputado Antonio Valladolid, del Partido Acción Nacional, anunció que la representante estadunidense Zoe Logren se comprometió a trabajar en conjunto con los legisladores mexicanos.
También el priísta Edmundo Ramírez dio a conocer el contenido de la propuesta migratoria que el Congreso mexicano presentará a su contraparte estadunidense con fundamento en las propuestas de 260 organizaciones pro derechos de los migrantes, y pro derechos sociales.
Sin comprometerse, Zoe Lofgren se refirió lacónica a su plática con los diputados mexicanos. “Ha sido una reunión muy productiva entre ambos congresos, como todos sabemos y como ha sucedido con la Iniciativa Mérida cada país es una nación soberana, y tendrá que adoptar sus propias leyes, eso no significa que no debemos dialogar y lo más importante escuchar lo que decimos.
“Tengo esperanza de que sigamos con el diálogo trabajando en favor de las iniciativas que benefician a ambos países, y como no he podido participar todavía en el tema de la Iniciativa Mérida, me gustaría regresar a la reunión pero ha sido un placer trabajar con ustedes, muchas gracias”.