■ El consejero Arturo Sánchez expresa que el IFE analizará escenarios este mes
Se acerca otro proceso electoral y las boletas de 2006 siguen bajo resguardo
■ Existe la opción de concentrar los documentos en bodegas, pero resultaría costoso
Ampliar la imagen Papeletas electorales marcadas en favor de la coalición Por el Bien de Todos (PRD, PT y Conmvergencia) y de la Alianza por México (PRI y PVEM), correspondientes al distrito electoral 16, en la delegación Álvaro Obregon, Distrito Federal, que aparecieron en la basura, fueron presentadas por denunciantes en La Jornada, el 7 de julio de 2006 Foto: Carlos Cisneros
A punto de cumplirse dos años de la elección de 2006, el destino de las boletas electorales continúa incierto y se ha tornado en un asunto interminable y costoso para el Instituto Federal Electoral (IFE), impedido para proceder a su destrucción, como dispone la ley correspondiente. Con la suspensión otorgada en un proceso relacionado con el acceso a la información pública, el consejero Arturo Sánchez reconoció que el instituto deberá valorar opciones ante la cercanía de los comicios de 2009.
En principio, el organismo tiene información de que el juicio podría resolverse en los primeros días de julio; sin embargo, Sánchez comentó que no existe completa certeza de que ello suceda, por lo que el IFE deberá tomar previsiones y analizar este mes escenarios diferentes y, ante la proximidad del arranque del proceso electoral, discutir lo que se tendría que hacer con las boletas en caso de que el juicio se prolongue.
Aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación y en su momento el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación han conferido la razón al IFE para no permitir el acceso a las boletas, el organismo está a la espera de que estos criterios se apliquen en el único recurso que se mantiene vigente y por el cual se ha decretado una suspensión para que no se proceda a la destrucción de las papeletas.
El prolongado litigio ha implicado costos importantes tanto para el IFE como para la Secretaría de la Defensa Nacional, que mantiene 2 mil efectivos cuidando la paquetería electoral en cada una de las 300 juntas distritales en el país. En este periodo, la dependencia ha deslizado señales para liberar al Ejército de la responsabilidad procediéndose ya a la destrucción, lo cual no ha podido ser concretado por el IFE derivado de los procesos legales existentes.
Para el presidente de la Comisión de Organización ya es mucho el tiempo el que ha transcurrido sin que el IFE haya procedido a la destrucción, pero existe la imposibilidad de hacerlo. “En este mes –dijo– se hará un análisis de la situación jurídica y logística sobre las bodegas, pues tenemos claro que se van a requerir en el proceso que arranca en octubre próximo.”
La última discusión, hace un año
Indicó que hay varias posibilidades para poder liberar las bodegas, que podrían incluir la concentración de boletas, pero en su caso, se tendrían que valorar los costos que ello implicaría para el instituto. Sánchez mencionó que para el IFE sería muy costoso el arrendamiento de decenas de bodegas para albergar las boletas hasta en tanto se define el tema.
En mayo pasado se cumplió un año desde que el IFE discutió por última vez el tema, a instancias de la consejera Lourdes López, quien solicitó proceder ya a la destrucción, conforme lo disponía la legislación. En ese entonces el argumento era que el IFE, a pesar de tener el aval del TEPJF, aguardaría el desahogo de todos los recursos legales que se presentarán en el país e inclusive en el extranjero.
Sánchez mencionó que una vez que se desahogue el último recurso, en el cual se espera la ratificación del criterio de la Suprema Corte, el Consejo General del IFE aprobaría el acuerdo mediante el cual se dictarían las directrices –de tiempo y procedimiento– por medio de las cuales las juntas distritales procederían a la destrucción de los documentos.