■ Danza Universitaria Libre realiza temporada en la Covarrubias
Escenifican mosaico policromático accesible para todo público
Ampliar la imagen Cecilia Múzquiz, bailarina, coreógrafa y directora de la compañía universitaria, durante un ensayo en el recinto del CCU Foto: Carlos Cisneros
Tres nacionalidades, cinco visiones y sensibilidades, nueve bailarines, son las cifras detrás de los cinco estrenos mundiales que integran el programa que la compañía Danza Libre Universitaria presenta este fin de semana en la Sala Miguel Covarrubias del Centro Cultural Universitario (CCU).
Mosaico policromático de estilos, confrontación y entrecruce de lenguajes, contraste de temáticas y variedad en el manejo de recursos escénicos definen los rasgos de este quinteto de coreografías, intitulado de forma genérica V Novísimas.
La autoría de tres de esas cinco piezas corresponde a sendos coreógrafos mexicanos: Luis Villanueva, quien presenta Celebración de una mentira; Miguel Mancillas, Dos, y Alonso Alarcón, Cuática y nocturna. Las restantes, Hablar sobre la vida y Cuadros, son del alemán Dominik Borucki y la italiana Lorella Doni, de forma respectiva.
Danza sin complejidades
Grupales, solos, teatrales, de tipo neoclásico, abstractas o interdisciplinarias, las obras encajan a la perfección dentro de los lineamientos que rigen el quehacer de la agrupación universitaria, a decir de su directora, la coreógrafa y bailarina Cecilia Múzquiz.
“Me intereso por una programación y un repertorio de los que el público salga con deseos de volver a ver danza; que la entienda: no estoy buscando complejidades ni enredarme en cosas subjetivas”, explica.
“Siento la danza muy obvia, muy natural, muy para todo el mundo. Además de que no debe olvidarse que somos un grupo artístico universitario y que, como tal, tenemos la misión de divulgar, difundir y promover nuestra disciplina artística, tratar de acercarla a la mayor cantidad de públicos posibles.”
De allí que, como parte de ese objetivo, reitere que la apuesta está muy lejos de propuestas elevadas y se enfoque más bien a programas un tanto ligeros.
“No es falta de compromiso o de profesionalismo; mi tendencia es por una línea accesible. No menosprecio el trabajo de otros coreógrafos, pero como bailarina de repente voy a una obra de danza y me cuestiono mucho; me hacen sentir, pensar, razonar. “Eso no es lo que busco en esta compañía, sino una línea de danza sutil, amable, contemporánea, sin complicaciones de modernismos ni de buscar el hilo negro.”
En relación con V Novísimas, lo destaca como un programa bien balanceado en el que prevalecen tendencias muy diversas merced las diferentes obsesiones, preocupaciones, intereses y temáticas de cada coreógrafo participante.
El de Borucki, por ejemplo, es un trabajo que se basa en la improvisación de los bailarines mientras que el de Mancillas se trata de un solo creado ex profeso para Múzquiz, en el que ella baila con un pantalón, que representa lo mismo su parte masculina que el machismo prevaleciente en la sociedad.
Otra de las coreografías que destaca del programa es la de Lorella Doni. No sólo por ser la de mayor duración, con cerca de 30 minutos, sino porque está concebida a partir de la interrelación de la danza con la música y el canto en vivo y la actuación, así como el empleo del video.
Se compone de cuatro escenas o cuadros en las que se hace referencia a diversas óperas italianas y se abordan temas tan contrastantes como la tragedia, ejemplificada por el caso de las asesinadas en Ciudad Juárez, hasta la teatralidad de la comunicación gestual y corporal en la cultura italiana.
Las funciones V Novísimas comenzaron ayer y continúan este sábado y el domingo a las 19 y 18 horas, respectivamente, en el recinto universitario, ubicado en Insurgentes Sur 3000.