Autoriza junta de Myanmar el ingreso de todos los cooperantes
Rangún, 23 de mayo. La junta militar de Myanmar accedió a que ingresen al país “todos” los cooperantes extranjeros, independientemente de su nacionalidad, a fin de que brinden auxilio a unos 2.4 millones de damnificados del ciclón Nargis, después de tres semanas de acusaciones al gobierno de impedir la ayuda humanitaria.
Ban Ki-moon, secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), anunció lo anterior tras reunirse más de dos horas con el líder de la junta militar, general Than Shwe, en la capital Naypyidaw. A su regreso a Rangún, Ban dijo sentirse “alentado” por esa decisión, que calificó de “avance importante”.
Una fuente de la ONU informó que los cooperantes extranjeros, cuyos movimientos estaban siendo restringidos desde el desastre del 2 y 3 de mayo que dejó más de 130 mil muertos, serán habilitados para ingresar no sólo a Rangún, la mayor ciudad del país, sino también a la golpeada zona del delta del río Irrawaddy.
“El general dijo que no veía razón para que eso no suceda, siempre y cuando sean verdaderos trabajadores humanitarios y quede claro lo que van a hacer”, citó un funcionario del ente internacional que acompañó a Ban en esta visita, ya que Myanmar no quiere que la ayuda “se politice”.
Escepticismo ante el anuncio
Pero los expertos reaccionaron a la noticia con escepticismo, al considerar que la junta no tiene fama de cumplir promesas: “Los generales tienen una larga tradición de compromisos rotos de cara a la comunidad internacional y su propio pueblo”, dijo David Mathison, informante de Myanmar para Human Rigths Watch.
Los dirigentes de Myanmar siempre han mostrado gran desconfianza hacia Occidente y hasta ahora han rechazado abrir sus fronteras a la ayuda internacional masiva estadunidense y europea.
La crisis humanitaria desencadenada por Nargis es superior a las fuerzas de un país de 57 millones de habitantes que en 46 años de regímenes militares es uno de los más pobres del planeta.
Las organizaciones humanitarias han tomado con prudencia el anuncio de que Ban volverá el domingo a Rangún para una conferencia de donantes, pues la junta aún no autoriza el desembarco de mil 500 toneladas de ayuda del barco francés Mistral y otros cuatro buques estadunidenses.
En tanto, el astro del futbol Diego Maradona se unió a la campaña que exige la liberación de la premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, que permanece en prisión domiciliaria desde hace años por su labor opositora a la junta militar de Myanmar.