Usted está aquí: sábado 24 de mayo de 2008 Política Desmienten zapatistas agresión a priístas; recibimos un ataque continuo, aseguran

■ Desde el mediodía hasta las 22 horas del jueves acometieron a las bases de apoyo, dicen

Desmienten zapatistas agresión a priístas; recibimos un ataque continuo, aseguran

■ Hemos dialogado, sin buenos resultados: JBG

Hermann Bellinghausen

Ampliar la imagen Bases de apoyo zapatistas, en imagen de archivo Bases de apoyo zapatistas, en imagen de archivo Foto: Víctor Camacho

La junta de buen gobierno (JBG) Corazón céntrico del arcoiris de la esperanza desmintió que bases zapatistas agredieran a priístas en el ejido Morelia (municipio oficial de Altamirano) este jueves. Antes bien, ellos fueron acometidos a lo largo del día en diferentes partes del poblado y sus alrededores, y lo que fue manejado oficialmente como un “enfrentamiento” fue en realidad un ataque en varios episodios.

El problema se inició al mediodía, cuando los priístas cortaron las improvisadas líneas que llevan luz a viviendas de bases zapatistas (en resistencia, por lo cual no pagan la electricidad desde 1994), mientras uno de los rebeldes era detenido y encerrado en una casa durante 12 horas. Otro más fue encarcelado por la policía, golpeado y maltratado; posteriormente lo condujeron a una asamblea del PRI y lo obligaron a firmar un documento cuyo contenido desconocía.

Más tarde fueron cortados los bajantes de luz de otras familias zapatistas. Y en el área de la clínica autónoma fueron agredidos varios zapatistas con piedras, palos, machetes y armas de fuego. En un domicilio, los priístas rompieron puertas y ventanas, dejando “11 heridos, 11 lesionados (sic) y seis graves”, de nombres Victorio, Jhony, Reynoso, Mijael y Abraham; de otro más no se proporcionó nombre.

“Después fuimos golpeados de resorteras, palos y piedras grandes en las puertas del caracol IV, y amenazados con pistolas”. Esto, a las 18 horas.

El mismo jueves, dos jóvenes de la vecina comunidad zapatista 12 de Diciembre fueron agredidos y golpeados en el camino. Y a las 21:40, a 500 metros del caracol, los priístas realizaron disparos de rifle. Según la JBG, “siguen las amenazas”.

La junta sostiene que ha dialogado con el grupo agresor, pero los priístas se muestran intransigentes. Demandan que los zapatistas “paguen” por el terreno que ocupa el caracol una cantidad “100 veces más de lo que vale”, y califican a la JBG de que “no tiene capacidad para resolver sus problemas”.

Ante la escalada de violencia, la JBG sostiene: “No somos enemigos para estar peleando”. Responsabilizan al grupo oficialista de la “provocación” y le solicitan que “se mida para actuar en contra de nuestra lucha” que, dicen, no es contra sus hermanos, sino que busca “la liberación de los malos gobiernos”.


■ El problema es agrario: autoridades oficiales

Elio Henríquez Corresponsal

Ejido Morelia, Chiapas, 23 de mayo. En medio de un ambiente tenso, cientos de indígenas bases de apoyo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, armados con palos y machetes, resguardaban este viernes las instalaciones del caracol Torbellino de nuestras palabras, ante el temor de que sea tomado por militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

Luego de los incidentes del jueves, que según ambos grupos dejó más de 30 lesionados, las autoridades estatales y municipales de Altamirano se reunieron con representantes priístas para tratar de encontrar una solución al conflicto.

Fuentes del gobierno estatal señalaron que el fondo del problema entre priístas y zapatistas de Morelia es agrario, ya que los primeros, que son mayoría, exigen la devolución de las seis hectáreas donde está el caracol, sede de la JBG Corazón céntrico del arcoiris de la esperanza; el predio La Codicia, de 300 hectáreas, y uno más cuyas dimensiones no se precisaron.

Las autoridades priístas, por su parte, informaron que siete integrantes de su grupo fueron atendidos en la clínica de campo del Instituto Mexicano del Seguro Social, con sede en la cabecera de Altamirano, municipio al que pertenece el ejido Morelia. Los lesionados, entre ellos una mujer embarazada, fueron dados de alta la noche del mismo jueves.

En un intento por encontrar una solución al conflicto, la tarde de este viernes se reunieron el subsecretario de Gobierno, Santiago Lorenzo; el fiscal para asuntos indígenas, Mariano López Pérez, y la alcaldesa de Altamirano, Heidy Pino Escobar, con las autoridades priístas de Morelia.

La alcaldesa priísta dijo que las autoridades estatales analizarán diversas propuestas –una es la compra de tierras en otra zona para evitar la confrontación con los zapatistas– y durante una reunión programada para el 28 de este mes se dará una respuesta a los priístas. Agregó que no se ha enviado a la policía a Morelia porque la idea es solucionar el diferendo mediante el diálogo.

En tanto, varias casas permanecían cerradas este viernes y en otras niños y mujeres asomaban la cabeza por la ventana cuando pasaba algún vehículo. En el caracol que se ubica en las afueras, cientos de hombres estaban a la expectativa resguardando las instalaciones.

Durante la mañana y la tarde se observó la llegada de más indígenas rebeldes con maletas y bolsas.

 
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