■ Prevén desabasto del grano en el segundo semestre
Llaman productores de maíz al gobierno a robustecer el Procampo
Ante el incremento de 12 por ciento al año del costo de las semillas y de 90 por ciento de los fertilizantes –aunque en el mercado internacional los ajustes fueron de 40 por ciento–, la alternativa para los agricultores es que el gobierno fortalezca el Procampo, porque resuelve los problemas de ingreso en el sector rural, destacó Carlos Salazar Arriaga, secretario técnico de la Confederación Nacional de Productores Agrícolas de Maíz de México (CNPAMM).
Aunque en el país hay suficiente maíz blanco para consumo humano, no descartó que en el segundo semestre haya escasez, debido a que los productores pecuarios están incrementando el consumo del grano blanco ante la poca oferta y elevado precio del amarillo.
“No creo que la producción de etanol a partir del maíz sea factor principal en esta crisis”, expresó. Apuntó: “53 por ciento de granos que se producen en el mundo son consumidos por animales, que después serán la proteína del ser humano, mientras la producción del etanol –la cual se inició hace tres años– absorbe de 10 a 13 por ciento del total mundial.
“A lo que nos enfrentamos –abundó– es a la competencia por las tierras agrícolas, pues en el caso de México el maíz ha desplazado la soya, el arroz y el frijol, y eso nos está llevando a riesgos impredecibles. Además, dependemos de las importaciones de maíz amarillo procedentes de Estados Unidos, en donde sólo se tiene sembrada 12 por ciento de la superficie. Por eso prevemos que disminuirá la oferta.”
Insistió en que hay desorden en el mercado, lo que profundizará la especulación si no intervienen las organizaciones de productores respaldadas por acuerdos del Congreso de la Unión y el gobierno federal. Además de fortalecerse el Procampo, se tendría que controlar la especulación con los fertilizantes y las semillas. De igual forma, ampliar los mecanismos de cobertura de riesgos y analizar de qué manera actuar ante el encarecimiento del transporte.
“No creo que estemos preparados para la crisis alimentaria, aunque los secretarios de Hacienda, Agricultura y Economía son optimistas y dicen que estamos blindados. Lo cierto es que estamos como si el país se transportara en un convertible blindado y las balas de la inflación le pegaran en la cabeza. El problema, por el momento, no es la oferta, sino que no hay garantía de que muchas personas tengan acceso a los alimentos”, agregó.
Por su parte, Antonio Turrent, ex director del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, asentó que 9 millones de hectáreas del sureste del país dedicadas a la ganadería extensiva podrían destinarse a la siembra de maíz. Además, 2 millones de temporal podrían incorporarse a riego y con ello incrementar los rendimientos entre 8 y 9 toneladas por hectárea.
El país tiene potencial para producir grano suficiente para 150 millones de habitantes e inclusive para mayor número, si se incorporan al riego tierras de Sinaloa, Sonora, Baja California, Chihuahua, Durango, Coahuila y Tamaulipas, y si se vuelve a sembrar maíz en Jalisco, Guanajuato, Michoacán, Querétaro, Veracruz y Puebla.
El Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial indica que actualmente se destinan 6.5 millones de hectáreas a la producción de maíz, en las que se han logrado cosechas de 23 millones de toneladas. Del total de la oferta del grano –incluyendo las importaciones–, 34 por ciento es para producir tortillas, 45 para fines pecuarios y 21 para industriales. A dicho cultivo se dedican 3 millones de campesinos. El consumo nacional de tortilla por hogar al año es de 127 kilogramos, aunque hay una variación de 100 a 145 kilogramos.