■ Hace un mes fueron retirados del Perímetro B y desde entonces no expenden su mercancía
Ambulantes tomaron la calle Morelos por retraso en entrega de plaza comericial
■ Vía Pública nos permitió vender en esta zona, pero la delegación nos lo impidió, acusa dirigente
Ampliar la imagen Comerciantes ambulantes instalaron sus puestos en la calle Morelos como medida de presión a las autoridades capitalinas para que los dejen vender en dicha zona o se agilice la entrega de una plaza comercial Foto: Roberto García Ortiz
Comerciantes ambulantes retirados del perímetro B del Centro Histórico tomaron ayer la calle de Morelos, ante la tardanza de las autoridades en entregarles una plaza comercial para que los 170 integrantes de la Asociación Progresista Ciudadana ofrezcan sus productos.
A un mes de retirarlos de las calles Luis Moya, Independencia, López, Dolores, Victoria, Revillagigedo, Ayuntamiento, Marroquí y Artículo 123, la subsecretaría de Programas Delegacionales y Reordenamiento de la Vía Pública les notificó que podrían ocupar esa calle de manera temporal, mientras concluyen las obras de rehabilitación de dos espacios ubicados en Dolores e Independencia, pero “nunca pudimos colocarnos, porque personal de la delegación Cuauhtémoc lo impidió”.
Ante ello, su dirigente María del Rocío Raymundo explicó: “tomamos lo que nos dio la Subsecretaría de Programas, pues aun cuando en esta zona está prohibido el ambulantaje, sí se permite a otros colocarse mediante un pago al personal delegacional, mientras que a nosotros nos amenazan con quitarnos nuestra mercancía, principalmente comida, bisutería y artículos para el hogar, y remitirlos al juzgado cívico”.
Calificó de lamentable que las autoridades apliquen la ley de manera discrecional, porque en la acera sur de la calle Morelos se permite la instalación de puestos de comida sin que ninguna autoridad se lo impida, porque “se ponen a mano con el personal de las camionetas, mientras que a los miembros de nuestra organización se lo impiden, sin considerar que tenemos cuatro semanas de no vender nuestros productos”.
Con cartulinas en las que se leía: “el pueblo quiere trabajar”, “que cumplan lo que prometen” y “exigimos que la autoridad cumpla”, niños, mujeres y hombres demandaron a los representantes de la subsecretaría, encabezados por el coordinador de Vía Pública, Arturo Xicotencátl, respuesta inmediata a su reubicación.
“Somos los únicos que no contamos con ningún espacio y hemos evitado torear, aun cuando nuestros alimentos se han echado a perder”, comentaron Graciela y Aristeo, que desde Santiago Tianguistengo y Chalco, respectivamente, se trasladan todos los días, como desde hace 18 años, para vender quesadillas y tacos, mientras otros ofrecen cinturones, bolsas, regaderas y discos.
Advirtieron que si las autoridades capitalinas no les entregan la plaza comercial comprometida volverán a las calles, porque su necesidad de comer es mayor al riesgo que enfrentan de ser remitidos a los juzgados cívicos.