■ “Que el pueblo diga su verdad sobre las autoridades; no tengo miedo”, dice el presidente
Promulga Evo Morales el referendo revocatorio en Bolivia; será en agosto
■ Gobernadores de Santa Cruz, Tarija, Beni y Pando no se presentan al diálogo sobre autonomías
Ampliar la imagen El presidente de Bolivia Evo Morales muestra el documento promulgado para el referendo revocatorio a realizarse el próximo 10 de agosto. Lo acompaña, a la izquierda, el vicepresidente Álvaro García Linera Foto: Reuters
La Paz, 12 de mayo. El presidente boliviano Evo Morales promulgó hoy la Ley del Referéndum Revocatorio de Mandato Popular para presidente y vicepresidente de la República, así como para los prefectos (gobernadores) de los nueve departamentos del país, mismo que se realizará el próximo 10 de agosto. “Personalmente no tengo miedo al pueblo, que el pueblo diga su verdad sobre sus autoridades, que el pueblo nos juzgue”, afirmó el mandatario en un mensaje a la nación.
El referendo correrá sólo para ocho prefectos, ya que el departamento de Chuquisaca realizará elecciones el próximo 29 de junio para sustituir al que renunció luego de los problemas suscitados en noviembre y diciembre de 2007 durante las sesiones de la Asamblea Constituyente, pero la ley aprobada sorpresivamente el jueves pasado en el Senado por la mayoría derechista de Poder Democrático y Social (Podemos), menciona a los nueve prefectos.
“Seguimos haciendo historia” al “profundizar la democracia” y permitir que el pueblo boliviano pueda no sólo elegir, sino controlar, juzgar y revocar con su voto a los principales funcionarios, señaló Morales Ayma desde el Palacio Quemado, sede del gobierno.
El presidente destacó la importancia de que los ciudadanos puedan decidir sobre política económica, políticas sociales y transformaciones estructurales, así como respecto de “las diferencias entre autoridades electas por el pueblo boliviano”.
En el acto, al que asistieron los miembros del gabinete en pleno y los altos mandos militar y policial, Morales invitó a participar como observadores de este primer referéndum revocatorio en la historia de Bolivia, a todos los organismos internacionales, instituciones defensoras de los derechos humanos y “personalidades que históricamente apostaron por esta democracia”.
Pidió además a la Corte Nacional Electoral (CNE) que cumpla “su obligación de garantizar un referendo revocatorio transparente, respetando la legalidad”, subrayando que esta sí es una consulta popular, en clara referencia a la realizada el 4 de mayo pasado en el departamento de Santa Cruz sobre su estatuto autonómico departamental, y los que realizarán próximamente en Tarija, Beni y Pando.
Morales, que citó para este lunes a los prefectos, a fin de comenzar un diálogo sobre las autonomías departamentales, recibió por la tarde a cinco de ellos, porque Rubén Costas, de Santa Cruz; Mario Cossío, de Tarija; Ernesto Suárez, de Beni, y Leopoldo Fernández, de Pando, informaron al mediodía que no asistirían a la reunión, puesto que, “no hay las condiciones necesarias ni una agenda planificada”.
Los funcionarios cuestionaron además que no haya un representante del clero y consideraron que la finalidad de la convocatoria es “paralizar las tres consultas populares de pandinos, benianos y tarijeños”, que concluirán el 22 de junio. Como en el caso de Santa Cruz, la CNE declaró ilegales estos referendos por corresponder al Congreso convocar a estos actos y no a los prefectos.
Al diálogo con Morales, iniciado esta tarde, llegaron cinco prefectos: los opositores José Luis Paredes, de La Paz, y Manfred Reyes Villa, de Cochabamba; también estuvieron los socialistas Luis Alberto Aguilar, de Oruro, y Mario Virreyra, de Potosí, además de Ariel Iriarte, interino de Chuquisaca.
Reyes Villa se declaró partidario de asistir a la reunión con Morales para evitar que “el oficialismo nos acuse de radicales y de atentar contra el gobierno central”.
Como observadores participan un representante de la Organización de Estados Americanos y diplomáticos de Argentina, Colombia y Brasil.