■ Divide opiniones de legisladores la política de seguridad pública
La estrategia fracasó: PRI y PRD; más fuerza, piden Convergencia y el PAN
El combate al crimen organizado divide opiniones: ayer, diputados de Convergencia y del PAN se pronunciaron en favor de que el gobierno federal ordene ya la intervención del Ejército y de la Armada en aquellas entidades en las que, “como la ciudad de México”, se ha perdido la tranquilidad, mientras legisladores de PRD y PRI calificaron de fracaso la estrategia adoptada por la administración federal contra la violencia y consideraron que las fuerzas armadas en las calles no son garantía de eficacia.
El director del Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, de la Universidad Nacional Autónoma de México, Adalberto Santana, consideró que en la lógica del gobierno federal de atacar militarmente al narcotráfico y el crimen organizado no hay una perspectiva de triunfo, debido a que la administración calderonista se ha negado a ver que la realidad de esta lucha y el fenómeno delincuencial que genera, el cual es de índole económica.
Con todo, los diputados federales José Manuel del Río, de Convergencia, y Obdulio Avila, del PAN, manifestaron que el gobierno federal debe utilizar ya toda la fuerza de las instituciones públicas para hacer frente a las bandas delincuenciales y ordenar la intervención del Ejército y de la Marina.
Avila Mayo dijo que en este momento “sería totalmente aconsejable que el Gobierno del Distrito Federal permitiese también la presencia del Ejército en algunas partes de la ciudad. Hay colonias enteras en Iztapalapa, Gustavo A. Madero y Coyoacán donde ya es insuficiente el operativo policial de las autoridades capitalinas”.
José Rosas Aispuro, del PRI, sostuvo que la estrategia que ha utilizado el gobierno federal no es la correcta para combatir realmente al crimen organizado. “Desde un principio dijimos que no era sólo sacar a Ejército y policías a las calles”, subrayó.
Para Alejandro Sánchez, del PRD, es evidente el fracaso del gobierno federal en la estrategia contra la violencia.
“Solamente es cosa de echarle un vistazo al estado de Guerrero, Tijuana, Sinaloa, incluso a la ciudad de México”, y fue más allá al expresar que los militares en las calles no son una garantía en la lucha contra el tráfico de drogas.
El senador perredista Pablo Gómez advirtió que México está frente a un problema de seguridad del Estado, ya que “grupos delictivos tienen comprados a cuerpos policiacos enteros, a funcionarios de todos los niveles y tienen, además, controles territoriales”.
Si bien destacó que los enfrentamientos entre narcotraficantes y autoridades son un problema que se expresa también en términos de seguridad pública, insistió en que fundamentalmente se trata de seguridad del Estado.
“No se confunda con seguridad pública; tampoco es de seguridad nacional, porque la nación no está en peligro, pero el Estado sí tiene un problema de seguridad”, manifestó.