■ Cunde el temor y se trastoca la vida en los principales municipios
Colonos sinaloenses aplican virtual “toque de queda”
■ Militarización, a pocas horas de la reunión del Gabinete de Seguridad
Ampliar la imagen Tropas del Ejpercito fueron asugnadas a las principales ciudades de Sinaloa Foto: Marco Peláez
Culiacán, Sin., 12 de mayo. A pocas horas de que se realice la reunión del Gabinete de Seguridad Nacional en esta capital, Culiacán y Navolato han vivido las pasadas dos semanas un virtual toque de queda autoimpuesto por los habitantes de ambos municipios, debido a la ola de violencia, afirmó Juan José Ríos Estavillo, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH). Además, ante la realización de este encuentro entre autoridades de los gobiernos federal y estatal, la noche de este lunes se desplegaron en calles de la capital sinaloense más de cien vehículos artillados y centenares de policías y militares vestidos de civil.
En apenas semana y media suman alrededor de 40 las ejecuciones en los municipios mencionados, y cerca de 300 en lo que va del año en todo el estado. En esta región, los enfrentamientos entre integrantes de la delincuencia organizada han provocado la cancelación de actos públicos y de reservaciones en hoteles céntricos, además de una baja considerable en las ventas del comercio y la suspensión de cursos extraescolares de los niveles básico y universitario.
En este contexto, este lunes arribaron más de 700 efectivos del Ejército Mexicano para resguardar la sede del gobierno estatal y evitar de esa manera cualquier intento de ataque por grupos del narcotráfico, que han desatado una guerra entre cárteles y mediante mantas con mensajes han señalado la presunta protección que unos y otros reciben tanto de autoridades locales como federales.
Este martes llegarán a Culiacán los secretarios de Gobernación, Juan Camilo Mouriño; de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna; de la Defensa Nacional, Guillermo Galván Galván, y el procurador general de la República, Eduardo Medina Mora. El gabinete de seguridad sostendrá un encuentro con el gobernador Jesús Aguilar Padilla y otros funcionarios locales para acordar la redefinición de las acciones contra el crimen organizado a fin de parar la ola de violencia en esta entidad, con especial énfasis en los municipios de Culiacán y Navolato.
Respecto de la situación que se vive en Sinaloa, en entrevista con La Jornada el encargado de la promoción y protección de los derechos humanos, Juan José Ríos Estavillo, explicó: “Desde hace dos semanas Culiacán ha sido testigo de una serie de enfrentamientos que se han dado entre grupos de la delincuencia organizada.
“Por otra parte, hemos visto un importante incremento en cuanto al número de integrantes de las fuerzas federales que han venido a apostarse a la entidad, particularmente en Culiacán; esto ha generado que en los últimos días la cotidianeidad y las condiciones y calidad de vida de los sinaloenses haya sido afectada en lo ordinario.
“Hemos encontrado temor. Hay desánimo en la sociedad generado en el miedo, lo que ha venido a cambiar la manera de actuar del ciudadano. El habitante de Culiacán ha llevado a la práctica autocontroles, una especie de toques de queda en los barrios, pero que ahora, más que ser ordenados por una autoridad, los encontramos autorregulados. Somos las propias familias quienes no queremos salir a las calles por temor a encontrarnos frente a los conflictos que se dan entre grupos de la delincuencia o por operativos de autoridades contra estos grupos delictivos.”
Las cifras rojas
En lo que va de este año en Sinaloa se han cometido más de 260 ejecuciones; entre las víctimas están cuatro agentes de la Policía Federal Preventiva, dos de la policía municipal de Culiacán, cuatro de la policía ministerial y un agente de tránsito; además, cuatro agentes preventivos de la capital sinaloense y un policía de vialidad están desaparecidos.
Los cárteles de la droga también han generado sicosis, no sólo por los asesinatos, donde se han llegado a utilizar granadas, bazucas y armas de grueso calibre, sino también por la colocación de mantas de los narcos en las cuales plasman mensajes en diferentes puntos de la ciudad, que van desde la catedral, ubicada en el primer cuadro, hasta zonas comerciales y puentes viales.
Las mantas muestran leyendas en contra de los narcotraficantes Joaquín El Chapo Guzmán Loera e Ismael El Mayo Zambada, a quienes se acusa de “traidores” y de estar protegidos por el gobierno federal. Otras contienen mensajes contra efectivos militares y policías locales.
Los ajustes de cuentas entre los mismos narcotraficantes, y los enfrentamientos de estos delincuentes con policías y militares, han propiciado la suspensión de actividades públicas, educativas y culturales ante el temor de atentados.
Éste es el caso del acto de clausura del Festival Universitario de la Cultura, con motivo del 135 aniversario de la Universidad Autónoma de Sinaloa, que incluía un concierto del grupo de rock El Gran Silencio y se iba a realizar el domingo pasado, pero quedó cancelado “por causas de fuerza mayor”.
Óscar Vicente Guerrero, presidente de la Asociación de Hoteles y Moteles de esta capital, informó que, como nunca ha habido múltiples cancelaciones de reservaciones.
Lo mismo ocurrió con los conciertos programados para principios de este mes por Los Tigres del Norte, la cantante Marisela y Joan Sebastian, quienes también cancelaron sus presentaciones en la capital sinaloense.
A este ambiente se sumó el que el pasado fin de semana, luego de la ejecución en Culiacán de Edgar Guzmán López, hijo de El Chapo Guzmán Loera, los agentes de las policías estatales y municipales de la capital y Navolato no salieron a patrullar ante el temor de una agresión del narcotráfico.