■ Será sometido al polígrafo el personal a cargo del funcionario; algunos serían arraigados
Atrae la SIEDO las investigaciones sobre la ejecución de Édgar Millán Gómez
■ Homenaje de 20 minutos de Calderón y su gabinete de seguridad a oficiales asesinados
Ampliar la imagen Familiares de los policías federales recientemente asesinados sostienen las banderas con que fueron cubiertos los féretros de las víctimas, durante la ceremonia de ayer en el patio central de la Secretaría de Seguridad Pública Foto: Francisco Olvera
La Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO) atrajo la investigación del homicidio de Édgar Millán Gómez, coordinador general de Seguridad Regional y Proximidad Social de la Policía Federal Preventiva (PFP), ejecutado el pasado jueves en la colonia Guerrero.
Además, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal someterá a todo el personal de la oficina que dirigía Millán Gómez a exámenes poligráficos y, según fuentes de la Procuraduría General de la República (PGR), el Ministerio Público Federal analiza la posibilidad de solicitar el arraigo de varios colaboradores cercanos al funcionario asesinado de nueve tiros.
Mientras la averiguación previa iniciada por la delegación de la PGR en la ciudad de México estaba siendo integrada, el presunto autor material del homicidio, Alejandro Ramírez Báez, fue trasladado al hospital Santa Elena, en la colonia Roma, para que fuera atendido de un derrame hepático que le provocaron los golpes que supuestamente le propinó Édgar Millán a pesar de haber recibido nueve tiros en el cuerpo.
Según versiones oficiales, el jefe policiaco se abalanzó contra su presunto asesino, lo golpeó y luego lo azotó contra el piso en el patio de Camelia 132, al tiempo que le exigió que le revelara el nombre de quien lo había enviado a matarlo.
De acuerdo con reportes obtenidos de la PGR, dependencia que no dio a conocer la hospitalización del presunto homicida, Ramírez Báez se recupera de la cirugía a que fue sometido.
Ceremonia en la SSP
Este viernes, al filo de las ocho de la mañana, el presidente Felipe Calderón acompañado de los integrantes del gabinete de seguridad rindió un homenaje a Édgar Millán Gómez y los suboficiales de la PFP Carlos Alberto López Álvarez y Alejandro González García.
La ceremonia se efectuó en el patio central de la sede de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, y el único orador fue el titular de la misma, Genaro García Luna, quien llamó José al suboficial Carlos Alberto López.
El acto duró apenas 20 minutos, poco fue lo que se dijo en torno a los suboficiales López Álvarez y González García, quienes perdieron la vida en un enfrentamiento con sicarios del grupo de los hermanos Beltrán Leyva, en el municipio de Xoxocotla, Morelos, el pasado miércoles.
Durante su discurso, García Luna hizo un “llamado a la sociedad mexicana para que continúe participando con nosotros en este esfuerzo para combatir el crimen”. Pidió: “trabajemos juntos por México, cerremos la puerta a los delincuentes, a los que sólo les importa llenarse los bolsillos de dinero fácil, aunque esté manchado de sangre”.
Reiteró que “nuestra nación es mucho más poderosa, muy superior a un puñado de delincuentes cuyo sentido de vida representa a los más bajos intereses humanos en este país”.
Luego de hacer públicas sus condolencias a los deudos del jefe policiaco y los dos suboficiales, los secretarios de la Defensa Nacional (Sedena), Guillermo Galván Galván; de Marina, Francisco Saynez Mendoza; Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y de la SSP, García Luna, se dividieron para montar una guardia de honor junto con el presidente Calderón, al frente de los féretros con los restos de los agentes caídos.
El único secretario que estuvo en el presidium y no participó en las guardias de honor fue el de la Función Pública, Salvador Vega Casillas. Luego todos los funcionarios partieron hacia Baja California para sostener una reunión del gabinete de seguridad.