■ El gobierno capitalino no necesita permiso federal para llevar a cabo los proyectos, señala
Ningún obstáculo legal para construir las dos supervialidades: Mario Delgado
■ Las empresas ganadoras de la licitación invertirán 18 mil millones de pesos en las construcciones
El secretario de Finanzas del gobierno capitalino, Mario Delgado Carrillo, informó que legalmente no existe ningún obstáculo para construir las dos supervías: túnel-Reforma, que incluirá la puesta en operación de una línea de Metrobús que circulará por Constituyentes, la remodelación del Centro de Transferencia Modal de Insurgentes y el cobro de peaje con tarjeta inteligente; así como la del Poniente, que contará también con un túnel y un paso a desnivel para evitar que los nudos viales que se presentan en esa zona afecten su conectividad.
Actualmente el poniente de la ciudad enfrenta problemas de movilidad debido al traslado de millones de personas hacia el centro y sur del DF, lo que provoca fuertes congestiones que terminan por afectar el desarrollo económico, genera altas emisiones de contaminantes y reduce la calidad de vida de los capitalinos, lo cual se revertirá con la construcción de las supervías, pues diariamente se incorporan mil autos al parque vehicular de la zona metropolitana del valle de México.
Una vez que se designe a las empresas ganadoras de la licitación, “pues será imposible que una sola las realice”, se determinará el porcentaje que recibirá por peaje el Gobierno del Distrito Federal durante los 30 años que la IP administrará la vía, que será el plazo establecido en el contrato de coinversión, al término de los cuales la infraestructura pasará a manos de la ciudad. Las firmas invertirán 18 mil millones de pesos en la construcción de las vialides y el gobierno capitalino aportará el derecho de vía, que tendría un valor de 26 mil millones de pesos a precios del mercado.
El funcionario explicó en entrevista que “no se requiere de ningún permiso de la autoridad federal” para llevar a cabo los trabajos, los cuales no ocasionarán problemas o riesgos a la población, pues existe la tecnología adecuada para realizarlas, por lo que se han enviado invitaciones a empresas de Japón, que cuenta con 260 kilómetros de este tipo de caminos, sin que se hayan presentado contingencias pese a los constantes sismos que vive el país; de Holanda y Noruega, entre otras, para construir la vialidad urbana más grande de América Latina.
Paralelamente se llevarán a cabo tres proyectos independientes para buscar las mejores alternativas viales, de supervisión y calidad de las obras para garantizar su viabilidad y la movilidad del transporte, para lo cual se construirá una nueva línea del Metrobús, que partirá de Chapultepec o Tacubaya, por Constituyentes hacia Santa Fe y Cuajimalpa. Así “los que no puedan o no quieran pagar la cuota de peaje se podrán trasladar en un servicio rápido y eficiente”.
Además, esto incrementará la plusvalía de los inmuebles ubicados en el poniente. Tan sólo en Santa Fe estaba estancada, mientras en las Lomas se “desactivará” la posibilidad de que Reforma sea una vía rápida, además de que se cuidará que no se violen los programas delegacionales de desarrollo urbano, con lo cual “también ganamos, porque tendremos dos supervías, que reducirán las congestiones viales y los recursos ahorrados, al realizarse por el sector privado, permitirá atender otras demandas sociales y de transporte, que se reflejarán en mejoras al medioambiente, tiempos de traslado y mejor calidad de vida para los habitantes”.
Mientras un grupo de ingenieros, designados por la UNAM y el IPN, participará en el proyecto, a fin de que “aquí se queden los conocimientos, y posteriormente estén en condiciones de generar un tercer túnel con el apoyo de empresas mexicanas, las cuales podrán participar en asociación con alguna extranjera, al carecer de este tipo de tecnología”, dijo, y mencionó que se instalarán mesas de trabajo para atender y recibir las sugerencias de vecinos.