■ Plantea el secretario de Economía redireccionar los subsidios que aún se destinan al agro
Altos precios de alimentos elevan la indigencia en AL y el Caribe
■ Alza de más de 100% en maíz, trigo y arroz
■ Castiga a la población más pobre: Machinea
Ampliar la imagen Bodega de frijol en Sombrerete, Zacatecas Foto: La Jornada
Santiago, 18 de abril. El alza de los precios de alimentos puede aumentar la pobreza y la indigencia en más de 10 millones de personas en América Latina y el Caribe, aseguró el secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina (Cepal), José Luis Machinea. Mencionó que el aumento en los precios de la comida se ha acelerado en los pasados 12 meses y es especialmente preocupante en maíz, trigo, arroz y oleaginosas, casos en que el repunte ha superado 100 por ciento. Estos, precisa, constituyen la base de la dieta de millones de latinoamericanos.
La semana pasada, el presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, aseveró que el alza de los precios de los alimentos a nivel global podría llevar a la pobreza a 100 millones de personas. Los datos ofrecidos ayer por Machinea establecen que una décima parte del aumento de la pobreza por el alza en el costo de la comida ocurriría en Latinoamérica.
El alza “intensa y persistente” de los precios internacionales de los alimentos está castigando con especial dureza a los sectores más pobres de la región, señaló Machinea en una declaración difundida hoy. “La pobreza y la indigencia aumentarán de no tomarse medidas urgentes para aminorar los efectos de estas alzas”, añadió.
Elevar ingresos de la población
Desde principios de 2006 y especialmente desde 2007 los índices de precios al consumidor de alimentos se han acelerado en la mayoría de las economías de la región, a un ritmo anual que oscila entre 6 y 20 por ciento en los distintos países, con un promedio cercano al 15 por ciento.
A partir de proyecciones de indigencia realizadas para 2007, la Cepal calculó que un incremento de 15 por ciento en el precio de los alimentos eleva la incidencia de la indigencia en casi tres puntos, de 12.7 a 15.9 por ciento de la población. Ello implica que esa alteración de los precios provocaría que 15.7 millones más de latinoamericanos caigan en la indigencia. En el caso de la pobreza, los aumentos son parecidos ya que la misma cantidad de personas pasaría a ser pobre, indicó el organismo.
Pero si mejoran los ingresos de los hogares 5 por ciento, alrededor de 10 millones de personas pasarían a la indigencia como consecuencia del aumento de precios. Un contingente similar pasaría a la condición de pobres. Esto sin contar con el agravamiento de la situación social de las personas que previo a estos aumentos ya vivían en la pobreza e indigencia, agregó.
“Esto representa una situación dramática para un vasto contingente de personas”, señaló Machinea. “Por lo tanto, resulta de la mayor prioridad poner en marcha y/o mantener políticas dirigidas a moderar esos efectos”, abundó.
El secretario ejecutivo de la Cepal recomendó que los gobiernos adopten políticas que incluyan acciones que disminuyan las alzas de los precios de los alimentos en los mercados internos y/o mejoren los ingresos de la población, reduzca aranceles y/o impuestos al consumo. Los subsidios focalizados a ciertos sectores o las alzas de los subsidios son otros mecanismos.
■ Se debe subvencionar la cadena productiva
■ Descarta Sojo que pueda haber desabasto
Susana González G.
Ante los precios tan altos que los alimentos han alcanzado a nivel mundial, el secretario de Economía, Eduardo Sojo, se manifestó por que los subsidios que todavía se destinan al campo se “redireccionen”, al tiempo que descartó que México pueda sufrir problemas de abasto.
“Hay algunos subsidios que en el pasado estaban diseñados para garantizar un ingreso a los productores, pero en estos momentos esos subsidios ya no aplican porque en realidad los productores del campo están obteniendo mucho más de lo que en aquel momento se les garantizaba”, explicó.
Así que la nueva situación en el campo “llama a redireccionar los subsidios” para que en lugar de seguir dándolos a los productores se destinen a la cadena productiva a fin de garantizar tanto el abasto de alimentos como la estabilidad de precios, dijo el funcionario al ser entrevistado luego de participar en la clausura del primer foro de negocios México-India, al que también acudió la presidenta de ese país, Pratibha Devisingh Patil.
Eduardo Sojo destacó que además del aumento récord en la producción de alimentos, derivado del incentivo que significa ahora el sector agrícola como negocio, los tratados de libre comercio que ha firmado México con otras naciones “nos garantizan el abasto de los principales productos y así va a seguir”.
Sobre la posibilidad de que dichos subsidios se trasladen a los consumidores, el funcionario dijo estar de acuerdo, ya que si los precios se incrementan, el gobierno federal debe proteger en primer lugar a las familias de bajos ingresos, como refirió que ya se realiza a través de programas como Oportunidades o instituciones como Liconsa y Diconsa, pero no descartó que puedan instrumentarse más programas, dependiendo de cómo se desarrollen los precios.
Según Sojo el gobierno federal ha tomado diversas medidas que incluyen desde la política monetaria hasta la desregulación para que el alza en los precios de los alimentos no afecte al país.