El Chapito, sin pendientes con la justicia
Villahermosa, Tab., 18 de abril. Al igual que la Procuraduría General de la República (PGR), las autoridades de Jalisco tampoco pudieron acreditar que Iván Archibaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán, hubiera cometido delito alguno, y no acreditaron que participara en el asesinato de dos personas en Zapopan, Jalisco, en abril de 2004, por ello es que desde el pasado 11 de abril goza de total libertad.
El procurador de Jalisco, Tomás Coronado Olmos, entrevistado durante los trabajos de la 20 Conferencia Nacional de Procuración de Justicia, aseguró que respecto de las acusaciones de homicidio en el fuero común, “en su momento fue detenido, se cumplimentó la orden de aprehensión y el juez de la causa consideró que no había los elementos suficientes para inculparlo”.
Se debe recordar que en su momento, la PGR a través de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO), al igual que la Procuraduría General de Justicia del estado de Jalisco, tenían averiguaciones previas en las que presuntamente se relacionaba a Iván Archibaldo Guzmán con diversos homicidios.
En las indagatorias, a Guzmán Salazar se le acusaba de los homicidios de César Augusto Pulido Mendoza y la canadiense Kristen Paige Deyell, ocurrido la madrugada del 23 de abril de 2004, en las afueras del bar denominado Balibar, en Zapopan, Jalisco, así como el asesinato de dos personas, en febrero del 2006, por una aparente deuda de drogas en Texas, Estados Unidos.
Sin embargo, desde el pasado 11 de abril, el hijo de El Chapo Guzmán recuperó su libertad.
En ese contexto, el procurador de Jalisco expuso que en contra Iván Archibaldo Guzmán “no hay nada pendiente ahorita”.