Usted está aquí: viernes 11 de abril de 2008 Capital Acalla la UNAM alarmismo de Luege sobre estado del drenaje

■ Ningún daño que constituya riesgo de falla o colapso, concluye el Instituto de Ingeniería

Acalla la UNAM alarmismo de Luege sobre estado del drenaje

■ El miércoles pasado, el director de la Conagua insistió en que el DF está expuesto a una gran inundación

■ Empresas que realizan inspección coinciden en que no existe deterioro estructural

Laura Gómez Flores

Ampliar la imagen Trabajos de mantenimiento en la lumbrera cero del Emisor Central del Drenaje Profundo Trabajos de mantenimiento en la lumbrera cero del Emisor Central del Drenaje Profundo Foto: Roberto García Ortiz

El Emisor Central no presenta daños que constituyan un riesgo de falla estructural o colapso de su capacidad hidráulica, pues la mayor parte del revestimiento tiene deterioro leve y la reducción de su capacidad de flujo se debe a la irregularidad de la superficie de dicho revestimiento, concluyó el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

A casi un mes de que empezaron los trabajos de inspección del drenaje profundo, las empresas Lytsa y Dielem coincidieron por separado en que “en general no se observaron daños estructurales en la clave ni en las paredes del túnel que pongan en riesgo su operación, por lo que, considerando los más de 30 años transcurridos desde que entró en funcionamiento, presenta un comportamiento adecuado”.

Los resultados obtenidos en ambos estudios técnicos echan por tierra las afirmaciones del director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), José Luis Luege Tamargo, quien la víspera insistió en que existe un claro riesgo de inundaciones en la ciudad de México, ya que el Emisor Central tiene daños estructurales, es muy vulnerable y está en situación crítica por falta de mantenimiento.

De acuerdo con el doctor Roberto Meli, coordinador de los estudios del Instituto de Ingeniería sobre la rehabilitación del drenaje profundo, el revestimiento del emisor presenta deterioro importante en el tramo inicial del túnel, así como en pocos tramos intermedios, y en algunas partes de las lumbreras, lo cual afecta “algunos centímetros” del revestimiento que tiene un espesor mínimo de 45 centímetros.

Su manifestación más evidente es la corrosión de las varillas de una capa interior del acero de refuerzo que existe en algunos tramos del túnel, pero la mayor parte presenta un deterioro pequeño, en tanto el desgaste en la parte superior del túnel se debe al efecto de los gases producto de la putrefacción de la materia orgánica contenida en el efluente. Y en la parte inferior es resultado de la abrasión producida por los materiales sólidos que arrastra, puntualizó.

El coordinador de supervisión de la empresa Dielem, Roberto Flores, y el gerente de Lytsa, Aristeo Barrueta, precisaron que las lumbreras L-3, L-5, L-7, L-10, L-12, L-14, L-14A, L-19 y L-21 presentan daños menores, como la pérdida de recubrimiento, acero expuesto, desprendimiento de acero y filtraciones, por lo cual recomendaron la limpieza de la superficie mediante chorro de agua y del acero expuesto mediante cepillado y aplicación de inhibidor de corrosión.

En un informe sobre los resultados obtenidos en la inspección del drenaje profundo propusieron también la colocación de parrillas de acero de refuerzo adicional, lanzado de concreto en superficie dañada e inyecciones para sellado de filtraciones, en la mayoría de los casos.

Así que se instruyó a la empresa Lombardo Construcciones proceder a la limpieza del túnel y de su acero de refuerzo, y al resto de los trabajos propuestos para restituir la sección perdida, mientras el Sistema de Aguas de la Ciudad de México (SACM) programó el cierre total de compuertas en los siguientes días, para dejar el emisor en condiciones de estanqueidad que permitan realizar la inspección de su “cubeta”. Ello no fue posible en este lapso debido al remanse del agua en ciertos tramos, indicaron.

El coordinador del instituto señaló que hay un consenso preliminar en que, para que el flujo pueda recuperar la velocidad de proyecto, no será suficiente con un revestimiento de concreto lanzado, sino que se tendrá que recurrir a un recubrimiento que provea a la vez una protección contra el ataque químico y una superficie totalmente lisa. Esto sólo en las zonas donde el revestimiento actual tenga una rugosidad significativa.

Reconoció que la ejecución del programa completo de rehabilitación requerirá muy probablemente más de una etapa adicional de intervención en las próximas temporadas de estiaje, pero no existe ningún riesgo de un colapso de su capacidad hidráulica.

 
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