■ El órgano fiscalizador documenta deficiencias relativas a la cuenta pública de 2006
Incumplió el INAH en proteger el patrimonio cultural: ASF
■ Por la falta de custodios “no tiene asegurada la salvaguarda física” de sitios arqueológicos e históricos
■ Solicita que compruebe el gasto sin autorizar, superior a 65 millones de pesos
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) consideró que durante 2006 el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) no cumplió de manera adecuada sus objetivos de protección, restauración y recuperación del patrimonio cultural arqueológico e histórico.
En su informe del resultado de la revisión y fiscalización superior de la cuenta pública 2006, el órgano dependiente de la Cámara de Diputados señala además que el INAH gastó 65 millones 453 mil pesos adicionales al presupuesto asignado, “sin que a la fecha el instituto hubiera comprobado estos recursos”.
También revela que el organismo “no tiene asegurada la salvaguarda física de la totalidad del patrimonio cultural debido a que no cuenta con el personal suficiente, circunstancia que vulnera la garantía de seguridad que requiere el patrimonio cultural, e imposibilita el cumplimiento del objetivo de la protección física al patrimonio arqueológico e histórico mediante la figura del custodio”.
Magro registro de monumentos
Entre las principales deficiencias en la labor del INAH durante la gestión del presidente Vicente Fox, la ASF detalla que sólo 47 de 169 zonas arqueológicas abiertas al público contaron con declaratoria, mientras que apenas 16.4 por ciento de los 535 mil 333 monumentos arqueológicos y 2.5 por ciento de los 191 mil 223 monumentos históricos están inscritos en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos.
Se alertó que en 2006, 32.1 por ciento de los 81 museos, archivos y bibliotecas en resguardo del INAH carecían de custodia y que se incumplió con 42.8 por ciento de la meta en proyectos de recuperación.
La evaluación del desempeño del INAH “evidenció que no se establecieron objetivos y metas para ese instituto en el Programa Nacional de Cultura 2001-2006 ni en el Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2006”.
Acerca de la falta de la acreditación de la autorización del gasto de 65 millones 453.4 pesos del presupuesto de 2006, funcionarios del INAH explicaron a los auditores federales que el instituto “cerró su ejercicio presupuestal 2.6 por ciento abajo del presupuesto modificado autorizado, de 2 mil millones 487.2 mil pesos”.
Esa variación, agregaron, “que en términos contables se podría considerar como un subejercicio presupuestal y/o un excedente financiero en caja de 65.7 millones de pesos, se explica bajo la consideración de que durante el primer bimestre de 2006 fue necesario disponer de recursos presupuestales de este año para cancelar pasivos devengados en 2005, compromisos que no fue posible cancelar en su momento debido a las presiones de gasto vinculadas al pago de prestaciones salariales no autorizadas por la Secretaría de Hacienda”.
Refirieron que debido al impacto que implicó ese pago, más el déficit derivado de prestaciones no reconocidas por Hacienda, “y ante la certidumbre –confirmada por las secretarías de Educación Pública y Hacienda en diversas reuniones de trabajo– de que no se autorizarían al instituto recursos adicionales para sufragar estas presiones de gasto, fue necesario llevar a cabo, a partir del mes de abril de ese año, rigurosas medidas restrictivas de gasto”.
Entre las restricciones “al máximo” que llevó a cabo el INAH en 2006 se redujeron recursos para gastos de operación, se canceló el programa de inversiones en bienes muebles e inmuebles, y se suspendieron proyectos de investigación y salvamento arqueológico.
La ASF solicitó que el INAH aclare y proporcione la documentación justificativa y comprobatoria de los más de 65 millones de pesos que se ejercieron.
Decremento de turistas
La revisión de la ASF determina que en 2006 los ingresos por concepto de cuotas de acceso a las zonas arqueológicas, monumentos históricos, museos, archivos y bibliotecas fueron de 206 millones 195 mil de pesos, monto que representó 85.8 por ciento de los recursos autogenerados del instituto, “lo cual demuestra la importancia de estos ingresos para disponer de recursos adicionales”.
Sin embargo, acota la auditoría, “en México las tarifas que se cobran en zonas arqueológicas están por debajo de las que se aplican en otros países que tienen un importante acervo.
“Asimismo, la falta de cobro a extranjeros por el acceso a las zonas arqueológicas los domingos y días festivos, ocasiona que se dejen de generar ingresos para el instituto, ello considerando que son los días de mayor afluencia del turismo extranjero.”
Se recomendó al INAH que realice un diagnóstico de la protección física de los museos, archivos y bibliotecas abiertos al público para determinar las medidas que garanticen su vigilancia y la protección.
Respecto al decremento de 1.3 por ciento de visitantes a las zonas arqueológicas y de 71 por ciento a monumentos históricos, el INAH explicó que fue “por la reducción del interés del público originada por movimientos sociales registrados en el país, particularmente en Chiapas, Oaxaca y Distrito Federal; por el incremento de precios registrado en las principales zonas arqueológicas e históricas debido a las recuperaciones de las inversiones estatales en infraestructura turística; así como por la disminución del turismo extranjero, atribuible a algunos gobiernos del exterior por la divulgación de que México es inseguro”.