■ La tasa de derechos y la limitación de deducciones harían poco atractivos esos proyectos
Plantea Sener revisar el régimen fiscal de Pemex para explotación en aguas profundas
■ Debe hacerse sin distorsionar la toma de decisiones, señala el diagnóstico oficial de esa empresa
La Secretaría de Energía (Sener) propuso revisar el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos (Pemex) para la explotación de yacimientos en aguas profundas, por considerar que la actual tasa de derechos, en combinación con la limitación de deducciones permitidas, haría que estos proyectos sean “opciones poco atractivas” frente a otras alternativas en la cartera de proyectos de la empresa paraestatal.
El documento: Diagnóstico: situación de Pemex, que fue presentado a la opinión pública el pasado domingo por la titular de la Sener, Georgina Kessel, y el director general de Petróleos Mexicanos, Jesús Reyes Heroles, destaca que es fundamental revisar la estructura del régimen fiscal, de modo que no se distorsione la toma de decisiones al momento de seleccionar los proyectos que agregan el mayor valor a la empresa.
Actualmente, Pemex aporta alrededor de 80 por ciento de sus ingresos totales en impuestos, derechos y aprovechamientos, con lo que contribuye con 40 por ciento del presupuesto total del gobierno federal.
Esta demanda de revisar el régimen fiscal de Petróleos Mexicanos para la explotación de hidrocarburos en aguas profundas del Golfo de México se presenta en momentos en que el gobierno federal quiere impulsar alianzas entre empresas petroleras internacionales y la paraestatal, para permitir la inclusión de la inversión privada en áreas todavía reservadas por la Constitución al Estado mexicano.
Se consideran yacimientos en aguas profundas los que se encuentran en el océano en tirantes de agua superiores a 500 metros.
El documento señala que existe una necesidad apremiante de iniciar una actividad intensa de exploración y explotación en aguas profundas, porque los yacimientos actualmente en explotación experimentarán un declive de producción que se traducirá en una pérdida de volumen del orden de un millón 800 mil barriles diarios hacia el año 2021.
Para ese año, indica el documento, la provisión de hidrocarburos del país dependerá de la producción de los campos actuales (con un millón 300 mil barriles diarios), de la contribución de las cuencas del sureste (con 700 mil barriles al día), y de los volúmenes producidos en Chicontepec (600 mil barriles diarios).
Por ello, según el texto difundido por la Secretaría de Energía, y a fin de mantener la producción en niveles de 3 millones 100 mil barriles diarios, similares a los actuales, es necesario que los volúmenes mencionados (2 millones 600 mil barriles diarios) se complementen con la producción de los yacimientos de aguas profundas, que en 2021 deberán aportar cuando menos 500 mil barriles al día.
Entre 2002 y lo que va de este año, Pemex concluyó seis pozos exploratorios. El reducido número de pozos exploratorios perforados en aguas profundas del Golfo de México obedece a diversas causas, entre las que destacan que, por su complejidad, requieren de mayor tiempo para su perforación, que su costo es elevado, que los equipos para perforar son escasos y caros, y que Pemex tiene experiencia limitada en este tipo de perforaciones, según el diagnóstico.
Desde el pasado 4 de marzo, el gobierno federal ha realizado una amplia y costosa campaña mediática por medio de la cual el gobierno federal sostiene que en el Golfo de México existe un “inmenso tesoro” que “debemos” explotar conjuntamente con otras empresas extranjeras para proporcionar “un mayor bienestar a los mexicanos”.
Sin embargo, la información oficial de Petróleos Mexicanos precisa que de los seis pozos perforados en aguas profundas en los últimos seis años, mismos que se realizaron en tirantes de agua superiores a 500 metros, dos resultaron improductivos. De los otros cuatro, sólo uno (Lakach) tiene reservas suficientes para permitir su operación comercial, así como para iniciar el desarrollo del área localizada a 131 kilómetros al noroeste de Coatzacoalcos, Veracruz, en un tirante de agua de 988 metros.
Las probabilidades de descubrimientos en aguas profundas oscilan entre 10 y 20 por ciento, por lo que las mejores prácticas sugieren que la manera más conveniente de enfrentarlos es mediante esquemas de colaboración entre dos o más empresas operadoras, según propone el documento oficial.