TOROS
Domingo de Resurrección en Sevilla
Domingo de Resurrección en Sevilla. Corrida de toros celebratoria del acto más importante del catolicismo. Corrida a la que le puso su sello Curro Romero al partir plaza durante 40 años. Pese a estar retirado de los ruedos, el espectro de Curro está presente en el Coso de la Real Maestranza de Caballería. Este año la luna roja se asomó a ver al Faraón de camas sin encontrarlo. Se había ido al campo bravo a lancear becerros como en sus grandes tardes. A rematados con la media prodigiosa en el centro del redondel de la placita de una ganadería sevillana.
No hay actualmente quien ocupe el lugar que dejó Curro. Pese a que Morante de la Puebla lleva en su ser los duendes que generan en el aficionado, sensaciones desconocidas. Aún no tiene la firma que sólo los grandes de la fiesta han tenido. Solo Rafael de Paula y Curro tenían esa firma. Esa que llevaba la tinta de la gracia. La que no se aprende, ni se puede imitar, se tiene o no se tiene. La que sí tenían Curro y Rafael, más lúdica y juguetona la de Curro, más honda y seria la de Rafael.
El espectro de Curro estuvo presente nuevamente este año en el coso que se asoma al río Guadalquivir. El espectro acompañado de ese dejo de flojedad que era anuncio de un modo de torear único. Incluido en las tardes maléficas en que los duendes de tanta flojedad se dormían. Nunca perdió el estilo, nada de torear para las galerías, nada de torear fuera de cacho, ni echar los toros afuera. O se acomodaba con el toro o a otra cosa. Naturalmente podía triunfar o no, más nunca aburría. Curro era Curro, al igual que Rafael era Rafael.
Algo le faltó la tarde de ayer a la corrida de resurrección, algo... La plaza llena cual corresponde y toros de Zalduendo, mansones para no variar y Enrique Ponce y Alejandro Talavante se estrellaron con lo parado de los toros y solo El Cid aprovechó a uno de los toritos que se movió un poco más y cortó una oreja. Mientras en Málaga, José Tomás triunfaba apoteósicamente y Julio Aparicio era herido en Madrid. Castella y Zotoluco triunfaban en Texcoco.
Y el nombre de Curro se asociaba al Domingo de Resurrección.