■ Dos fallas del cancerbero José Guadalupe Martínez marcan la diferencia ante San Luis

Errores defensivos hunden al Puebla y lo regresan al infierno del descenso

■ Los guardametas de Gladiadores salieron en gran tarde y pese a que Adrián Martínez fue expulsado, el debutante Carlos Trejo mantuvo sin anotaciones su marco

Notimex

Puebla, 23 de marzo. Víctima de dos errores del arquero José Guadalupe Martínez, combinados con buena tarde de los dos porteros del San Luis que jugaron, Adrián Martínez y el debutante Carlos Trejo, Puebla perdió 1-2 para involucrarse nuevamente en el infierno del descenso.

En partido de la fecha 11 del torneo Clausura 2008, que vivió situaciones extrañas, Mario Ortiz marcó la anotación de los Camoteros al minuto 49 de acción. Por Gladiadores, el primer festejo se dio con un autogol del capitán Joaquín Velázquez a los cinco minutos, mientras el segundo, obra del colombiano Tressor Moreno, se derivó de un pase equivocado del portero Martínez, en el 36. La Franja se quedó con 14 puntos en el Grupo Uno, además de caer al penúltimo puesto en la tabla de descenso. Los potosinos llegaron a 22 unidades, para seguir como sublíderes del escuadrón Tres y de la tabla general.

La primera mitad tuvo en los guardametas a los protagonistas, porque mientras Guadalupe Martínez cometió un par de errores que se reflejaron en el marcador, el veterano Adrián Martínez efectuó dos lances espectaculares.

Una acción inconcebible dejó a todos fríos en el estadio Cuauhtémoc, cuando al portero local se le escabulló por debajo del pie derecho el esférico retrocedido por el defensa Joaquín Velázquez, para que éste siguiera su camino hasta las redes, en un autogol que generó molestia general.

Esta anotación, ocurrida apenas a los cinco minutos, provocó que los poblanos se desconcentraran y que la afición abucheara al arquero cada vez que tomaba el esférico.

Pasado el minuto 20, Puebla comenzó a llegar al arco del Grande Martínez, quien al 26 evitó el empate con un vuelo a la derecha para manotear un tiro cruzado de volea de Luis Noriega, que amenazaba con ser un golazo al ángulo derecho.

Cuando los locales habían regresado mentalmente al partido, Lupillo Martínez comprometió de más un balón para permitir que el colombiano Moreno lo robara y desde fuera del área disparara para el 0-2 (36), ventaja que no era merecida, porque los visitantes habían hecho muy poco.

Adrián Martínez volvió a salvar su arco al minuto 40, al desviar con mano izquierda un cabezazo en tiro de esquina de Joaquín Velázquez, mientras al 45 el uruguayo Álvaro González tuvo a su merced al cancerbero para fusilarlo tras quedarse con balón con una falta en el área, pero cruzó de más su tiro.

Equipo y director técnico del Puebla respaldaron a su arquero para el segundo tiempo, actitud que se contagió a la afición que también brindó aplausos a un par de atajadas de Lupillo Martínez, quien así mantuvo en la lucha a su equipo. El conjunto de casa se fue con todo para recortar la desventaja desde el inicio del complemento y el panorama pareció sonreírle, porque al 49 consiguió su objetivo.

En un servicio de Sergio Pérez, el zaguero Omar Monjaraz llegó para cortar, pero fue incomodado por Bola González y el esférico quedó entonces a los pies de Mario Ortiz, quien fusiló para el 1-2 que encendió a los locales.

San Luis se quedó con 10 jugadores al minuto 56, cuando el guardavallas Adrián Martínez barrió fuera del área sobre el uruguayo González y el silbante consideró que era acción clara de gol y lo mandó a los vestidores.

Entró entonces a resguardar la meta el debutante Trejo, quien lejos de espantarse mostró concentración, buena colocación y temple para desviar varios remates que iban a gol.

El estratega José Luis Sánchez Solá buscó atacar con llegadas por las bandas al mandar a dos elementos habilidosos, Sergio Samba Rosas y Guillermo Rojas, pero no pudieron desbordar ante la ordenada defensiva visitante.

Desesperada, la afición vio transcurrir todo el segundo lapso sin que llegara el empate y Lupillo Martínez ahora sí tuvo intervenciones destacadas para mantener la emoción del juego.

Al final, Sánchez Solá criticó a los aficionados que abucheron a Martínez. “Les quiero decir que estoy muy orgulloso de mis jugadores y me vale gorro esta derrota, que el Puebla se va a salvar y que por el tipo de gente que estuvo abucheando a Lupe, el Puebla no mueve un dedo y si el equipo tiene que descender, bien merecido se lo tienen”.

Pidió que los que abuchearon “por favor no vuelvan a venir”, porque “aquí necesitamos que nos apoyen cuando la regamos. Vale más un ser humano que tres, seis o 18 mil puntos. Este equipo está formado por seres humanos, no por cracks. El equipo se me derrumbó por tantos chiflidos de quienes se supone que nos deben ayudar a quitarnos una carga”.