■ La desesperación se apoderó de los escualos y estrellaron dos tiros en el marco azulgrana

Tiburones rescata una unidad, pero sigue último en el descenso

■ A cuatro minutos del final Veracruz igualó el marcador en la casa del campeón Atlante

■ El cuadro jarocho desaprovechó los descalabros de Tigres y Puebla para cerrar la lucha en la tabla de cocientes

■ Vilar reapareció en la portería de los Potros, luego de cumplir una sanción

Agencias

Cancún, 23 de marzo. El Veracruz no pudo aprovechar las derrotas de Puebla y Tigres, y apenas rescató un punto en su visita al campeón Atlante, insuficiente para salir del sótano de la tabla de cocientes y su salvación aún depende de terceros.

El duelo en el semivacío estadio Andrés Quintana Roo resultó emotivo por la gran desesperación de los estrategas y hubo mucha aplicación en ambos cuadros. Los de casa se aferran a sus últimas opciones rumbo a la clasificación, mientras los escualos pelean por la vida misma.

El Veracruz abrió el marcador al minuto 11 por conducto de Aldo de Nigris, y el tanto del empate llegó al 86 de acción, gracias a Claudio Graf. Por los de casa marcaron Clemente Ovalle, al 46, y José María Cárdenas, al minuto 68.

Los Tiburones Rojos tejieron el primer tanto con mucha precisión: un largo pase bombeado que fue prolongado hacia Aldo de Nigris, quien con un zurdazo exacto techó al adelantado guardameta azulgrana Federico Vilar, quien se estiró inútilmente.

El segundo tanto de la visita estuvo cerca, cuando Rodrigo Ruiz cobró una falta que peinó De Nigris, esta vez Vilar estuvo atento para volar a su izquierda y desviar cerca del poste izquierdo.

Potros reaccionó con coraje, El Profe José Guadalupe Cruz se ubicó al borde de su área técnica, lanzó gritos y reordenó a sus pupilos, quienes acecharon la meta rival en infinidad de ocasiones, hasta que lograron el empate a escasos segundos del pitazo que decretó el medio tiempo.

El gol del empate surgió de un tiro de esquina que Clemente Ovalle remató con la parte baja de la nuca frente al primer poste que vigilaba el portero Jorge Bernal, pero el esférico tomó dirección hacia el lado opuesto y entró.

Presión a tope

Los del puerto jarocho estaban obligados al triunfo, sobre todo tras las derrotas de Puebla y Tigres, con quienes tiene duelo a muerte por la permanencia, por lo que regresaron del descanso con bríos desbocados y la presión a tope, al grado de que estrellaron numerosos envíos en el marco.

El primer pelotazo que cimbró la meta fue remitido por Miguel Arturo Layún; Vilar fue afortunado, pues a pesar de que no llegó, el trallazo se estrelló en la base del poste derecho. Luego él mismo contuvo y en otra arremetida, esta vez de Hugo García, la pelota chocó contra el poste izquierdo.

Tanto desperdicio tuvo un alto precio. Potros se rehizo y, en una jugada de mucho mérito personal, José María Cárdenas penetró en el área chica enemiga, eludió marcas y retrocedió hasta perfilarse de zurda para sacar un tiro cruzado que significó la voltereta.

El Piojo Miguel Herrera, hecho un manojo de nervios y desesperación, hizo cambios; sin embargo, el Atlante estuvo más cerca de un nuevo tanto, pero Muñoz Mustafá en forma increíble envió su remate a un lado.

Por fin llegó la calma para la visita con el tanto de Claudio Graf, tras un largo servicio que el enjundioso Pony Ruiz ganó con la cabeza a su marcador para centrar hacia el argentino, quien definió el empate a dos tantos al rematar con la parte externa del pie derecho.