■ Convoca a despertar conciencia misionera
Rivera: dormidos, Iglesia y agentes evangelizadores
Acercarse nuevamente a la Iglesia católica “no es abrirse a una de tantas ideologías que buscan el poder y el control”, manifestó el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera, al hacer un llamado a los fieles que por algún motivo se han alejado de ésta o han asumido una posición indiferente ante las cosas de Dios.
En su homilía de Domingo de Resurrección, el prelado admitió que la Iglesia y sus agentes de evangelización se han quedado “dormidos” y no han caminado al ritmo de los cambios que experimenta la sociedad mexicana. “Se nos ha olvidado cómo evangelizar con nuevos medios, nuevo ardor y nuevos métodos”, resaltó.
Responsabilizó de ello a “diversas religiones falsas”, que confunden a quienes antes eran considerados seguros seguidores de la Iglesia católica. “Urge despertar una nueva conciencia misionera, hay que salir a buscar a las familias, a los jóvenes y a los pobres”, expresó ante cientos de feligreses que se dieron cita al mediodía de ayer en la Catedral Metropolitana.
Durante la misa, Rivera Carrera oró por el cardenal y arzobispo emérito de Monterrey, Adolfo Suárez Rivera, quien falleció este sábado de una trombosis cerebral, a los 81 años. Recordó que éste fue uno de los 18 obispos concelebrantes cuando fue ungido obispo de Tehuacán, diócesis poblana que ocupó antes de ser arzobispo primado de México.
Asimismo, pidió a los fieles continuar rezando por la salud del cardenal Ernesto Corripio Ahumada, arzobispo emérito de la Arquidiócesis de México, quien esta semana padeció una trombosis en el brazo izquierdo y su estado de salud se reporta estable pero delicado.
Acompañado por el cabildo metropolitano, Rivera Carrera subrayó que la Iglesia tiene que aprender a dialogar con las diversas culturas o modos de vivir, con el propósito de hacer llegar el evangelio a todos los hombres y mujeres, independientemente del lugar, estrato o sitio donde se encuentren.
Además, dijo, “en este tiempo, cuando los hombres caminan detrás de las modas y de los falsos profetas, se hace imprescindible que todos los cristianos sean testigos de la resurrección del Señor y proclamar que Cristo es la esperanza para todos los hombres”. (José Antonio Román)