■ El virtuoso músico cubano murió ayer en Miami, a causa de una enfermedad renal
Falleció Cachao, pionero del mambo, maestro de la descarga
■ En 2007 aseguró que gracias a Dámaso Pérez Prado el mundo pudo conocer el “nuevo ritmo”
■ A lo largo de su vida compartió el escenario con otros grandes, como Tito Puente, Charlie Palmieri y Celia Cruz
■ Obtuvo tres Grammys, el último en 2005 por el álbum Ahora sí!
Ampliar la imagen Israel Cachao López logró fama mundial en Nueva York, Las Vegas y Miami, y fue considerado uno de los artistas más influyentes de la música latina de Estados Unidos. La imagen corresponde a la entrega del Grammy Latino de 2005, cuando el reconocido contrabajista recibió su tercer y último galardón Foto: Ap
México/ Miami, 22 de marzo. Israel Cachao López, uno de los iconos de la música cubana, murió hoy en Miami a los 89 años, a causa de una enfermedad renal que lo obligó a estar hospitalizado desde hace algunos días. Por su gran talento se le considera El inventor del mambo y el maestro de la descarga (improvisaciones en vivo). Reconocido por su virtuosismo con el contrabajo, Cachao, seudónimo con el cual lo inmortalizó su abuelo, destacó, además, en la interpretación del instrumento en el jazz y como productor.
Su fallecimiento se produjo la madrugada del sábado en un hospital de Miami, luego de padecer una serie de complicaciones a lo largo de la semana, anunció su vocero Nelson Albareda. “No podemos dar información por petición de la familia”, dijo una funcionaria del Hospital de Coral Gables, donde estaba internado el músico desde hacía días.
Tenía unos 20 años cuando escribió una canción con su hermano, la cual llamó Mambo, un estilo de música cubana con influencias afro, con ritmo algo más lento que el popular danzón de la mayor isla del Caribe.
El nuevo ritmo
Cachao nació en La Habana, Cuba, el 14 de septiembre de 1918. Desde joven empezó a tocar el bajo acústico con su hermano Orestes López; ambos lograron, durante las décadas de los años 30, 40 y 50, componer alrededor de 3 mil temas.
Con el paso del tiempo experimentaron, y fue entonces cuando el dueto creó el “nuevo ritmo” hacia finales de los años 30, el cual transformó el danzón mediante la introducción de ritmos africanos al mambo.
El músico salió de Cuba en 1962; ya para entonces llevaba una larga lista de éxitos bajo el brazo; sin embargo, en una entrevista concedida en 2007, aseguró que si no fuera por su compatriota y colega Dámaso Pérez Prado “no se hubiera escuchado el mambo a escala mundial”.
Su primera parada fue Madrid, donde permaneció un año antes de emigrar a Nueva York, para probar suerte en una escena llena de música tropical, como la salsa y el mambo que en ese entonces dominaban los puertorriqueños que se asentaron en la zonas marginales. En la Gran Manzana adquirió fama internacional. Después emigró a la ciudad de Las Vegas y más tarde a Miami, en la década de 1980, donde compartió escenario con otros grandes de la música latina, como Tito Puente.
A mediados de los años 80 su carrera parecía terminada, sólo tocaba en fiestas particulares y casamientos; resurgió con enorme popularidad en los años 90 con el auge de la música latina en Estados Unidos y la difusión de un documental de Andy García. Desde entonces editó nuevos discos, entre ellos, Ahora sí! (2004).
El músico ganó varios premios Grammy, tanto por su propia obra como por sus contribuciones en álbumes de estrellas latinas. En 1995 obtuvo su primer Grammy por Master sessions volumen 1. En 2003 ganó el Grammy Latino en la categoría de mejor álbum tropical tradicional latino, junto con Bebo Valdés y Patato, por El arte del sabor. Se llevó un tercer gramófono en 2005 por Ahora sí!
La Universidad de Berkeley le concedió el título de Doctor honoris causa. Igualmente, en el Paseo de la Fama de Hollywood se instaló una estrella para recordar la figura del sobresaliente músico.
Uno de sus últimos trabajos fue con Gloria Estefan, en el disco 90 millas, editado el año pasado, y donde participó junto a otras leyendas, como Andy García, Carlos Santana y José Feliciano.
Su sobrino, Orlando Cachaíto López, se convirtió en uno de los pilares del popular ensamble Buena Vista Social Club.
A lo largo de su trayectoria, el músico compartió escenario con artistas de la talla de Tito Puente, Celia Cruz y Pedro Knight, así como con el trombonista Generoso Jiménez y Charlie Palmieri, entre otros.
Su música apareció en la película La jaula de las locas y en la banda sonora del videojuego Grand thieft auto: Vice city. Fue tal la influencia del músico en Estados Unidos, que en 1993 el actor cubano Andy García realizó el documental Cachao, como su ritmo no hay dos.