■ Advierte el organismo mundial que países en desarrollo deben evitar “complacencia”
Remplazo de deuda externa por interna no evita turbulencia económica: Unctad
■ Falta información fidedigna en las naciones emergentes para prevenir crisis, asegura
El remplazo de deuda externa por interna, disposición que desde mediados de la década pasada han seguido los países en desarrollo, no garantiza que queden exentos de “nuevas vulnerabilidades”, por lo cual los responsables de las políticas económicas de dichas naciones no deberían ser “demasiado complacientes” al respecto, advirtió la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
“Se estima que entre 1994 y 2004 la deuda pública interna aumentó de 16 a 24 por ciento del producto nacional bruto (PNB) de los países en desarrollo, y de 39 a 57 por ciento de su deuda pública total. Hay indicios de que esa tendencia se ha acelerado desde entonces. En 2006, más de 70 por ciento del volumen de la deuda pública de países con mercados emergentes correspondió a emisión de deuda interna”, detalló el organismo mundial en un documento preparatorio a su décimo segundo periodo de sesiones, que se llevará a cabo el mes próximo.
Explicó que si bien la deuda externa de dichos países aumentó en términos nominales en 2006, último año del que tiene registro la Unctad, al pasar de 2.74 a 2.85 billones de dólares, disminuyó en conjunto, al pasar de 29 a 25 por ciento como proporción del PNB.
Además de dicha disminución, la composición de la deuda externa registró un cambio en su composición, ya que hasta antes de 1996 la mayor parte estaba conformada por los llamados préstamos soberanos, es decir, los otorgados por otros gobiernos u organismos financieros internacionales, y sólo 20 por ciento había sido contraída con prestatarios privados.
Pero “entre 2002 y 2006 los acreedores privados contrajeron 60 por ciento de los préstamos bancarios externos a largo plazo de los países en desarrollo y emitieron 75 por ciento de los bonos externos de esas naciones”.
Dado que el análisis de la deuda pública en los países en desarrollo se ha centrado en la deuda externa, la Unctad hizo notar que se carece de datos completos o fidedignos sobre la primera, y apremia a contar con ellos para detectar “posibles nuevos riesgos” que ayuden a la prevención de una crisis.
Por ahora, agregó, puede cambiar el clima favorable que a escala internacional se registró en años recientes para reducir la carga de la deuda externa en los países en desarrollo, sobre todo “porque desde el segundo semestre de 2007 una crisis que se profundiza y se extiende viene afectando los mercados crediticios y financieros de las principales economías adelantadas”.
Si bien dicha situación no ha producido hasta el momento un contagio significativo a países en desarrollo, “la experiencia demuestra que la crisis puede propagarse mediante distintos vínculos y mecanismos, además de que varias economías en desarrollo y en transición mantienen amplios déficits por cuenta corriente y sus tipos de cambio están sobrevaluados”, alertó el organismo en su investigación Soluciones para la gestión de la deuda en apoyo del comercio y el desarrollo.
Para el organismo, resulta “positivo” que en los últimos años los países en desarrollo hayan tratado de mejorar sus estrategias de gestión de deuda, a raíz de las crisis que padecieron en la década de los 90 por los préstamos externos que conservaban.
Sin embargo, señala que la reorientación de los préstamos hacia fuentes internas puede generar nuevos costos y riesgos que los gestores de deuda deben sopesar.