En campaña de Pemex, pura mentira
La costosa campaña mediática desplegada por el gobierno federal mediante el espot de Petróleos Mexicanos (Pemex) “Nuestro tesoro”, que repiten sin cesar las televisoras, es un cúmulo de mentiras, exageraciones, medias verdades, buenos deseos y falsas promesas, al tiempo que deja sin aclarar temas cruciales, como la clase de empresas que “ayudarían” a la paraestatal; el tipo de contrato que se firmará y los términos y condiciones del mismo; los derechos de propiedad sobre las reservas y la producción de hidrocarburos y el tratamiento fiscal, entre otras interrogantes, aseveró Víctor Rodríguez Padilla, investigador de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Desde el pasado 4 de marzo el gobierno desplegó una campaña mediática para convencer a la población de la conveniencia de que Pemex se asocie con empresas internacionales para incursionar en la exploración y explotación de crudo en aguas profundas del Golfo de México, “donde existe una inmensa cantidad de crudo que es un tesoro”, aduciendo que el objetivo es el “fortalecimiento de Pemex”.
Ésta, con un costo de 218 millones de pesos, ha incluido la compra de tiempo en noticiarios y actos deportivos.
“No hay certeza”
El experto señaló que las afirmaciones de que existe una riqueza inmensa en el fondo del mar son falsas, porque nadie ha podido demostrar que hay cantidades inmensas de petróleo en la parte profunda del Golfo de México. “Pemex estima y especula que existen hidrocarburos, pero no tiene certeza.” No sabe cuántas acumulaciones existen ni sus dimensiones. Tampoco si contienen petróleo suficiente para desarrollar una explotación comercial, ni dónde están ni a qué profundidad se encuentra. De igual forma, si la complejidad geológica será escasa, moderada o muy relevante. “Las estimaciones son de petróleo no descubierto”, destacó.
Sobre la aseveración de que las mayores reservas de crudo se encuentran en aguas profundas, éstas también son falsas, aseguró. A esa profundidad, dijo, México no cuenta con reservas, ni grandes ni pequeñas. Simplemente, no tiene reservas de ningún tipo, abundó.