■ Coacciona Estados Unidos a Arabia Saudita para que aumente su producción de crudo
Culpa de países consumidores, la escalada de precios: OPEP
■ El costo del barril seguirá entre 80 y 110 dólares en 2008, asegura la organización
■ Denuncia el presidente del cártel “grandes presiones” de naciones desarrolladas
Ampliar la imagen Dick Cheney, vicepresidente de Estados Unidos, y el rey Abdullah Bin Abdelaziz, de Arabia Saudita, al término de una reunión que sostuvieron ayer en el palacio de Riad Foto: Reuters
Riad, 22 de marzo. El vicepresidente estadunidense, Dick Cheney, analizó con dirigentes de Arabia Saudita, primera potencia petrolera mundial, cómo estabilizar el mercado energético global, que está en plena ebullición, en el que escalan desenfrenadamente los precios del crudo, los cuales han llegado al nivel récord de 110 dólares antes de ubicarse en 100.
En tanto, en Argel, el presidente de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Chakib Khelil, aseveró que los precios oscilarán entre 80 y 110 dólares por barril durante 2008, y deslindó al cártel de la responsabilidad de los elevados costos, que pretenden atribuirle las potencias consumidoras.
Chakib Khelil habló para la televisión de su país, y expuso que el organismo enfrenta “grandes presiones” de las naciones consumidoras, las cuales presentan al grupo como responsable de los altos precios del crudo, a pesar de que el mercado responde a los problemas económicos de Estados Unidos y la caída del dólar.
La OPEP dejó sin cambios su producción en la pasada reunión, a pesar de las solicitudes de naciones consumidoras. El crudo y otras materias primas han establecido récords desde comienzos de 2008.
Cheney y el rey Abdullah Bin Abdelaziz mantuvieron una “muy amplia” discusión sobre las perspectivas del mercado petrolero y la tensión en los mercados energéticos, explicó, bajo la condición del anonimato, un responsable estadunidense.
Interrogado sobre si el vicepresidente Cheney presionó al rey para aumentar la producción de crudo, el responsable manifestó: “de manera general, Estados Unidos piensa que debería haber más inversión en nuestras capacidades de producción”.
Cheney también se reunió con el ministro saudita de Petróleo, Alí al Naimi, en el contexto de una economía estadunidense amenazada por la recesión, bajo los efectos del alza de los precios del crudo y la caída del dólar.
En su encuentro con el ministro de Petróleo, Cheney halló “muchos puntos comunes sobre los problemas estructurales que enfrenta el mercado energético mundial y sobre cómo avanzar para solucionarlos”, añadió la fuente. El vicepresidente estadunidense ha estado viernes y sábado en Arabia Saudita, en el marco de una gira regional de 10 días.
Este país, primera potencia petrolera mundial y cabeza de la OPEP, es uno de los principales aliados de Estados Unidos, cuya economía está amenazada por la recesión, tras el alza en los precios del crudo y el desplome del dólar.
El estadunidense y los funcionarios mencionados abordaron “las perspectivas de cómo cooperar en un intento por estabilizar el mercado y lo que es posible hacer en breve, pero con más probabilidad lo que es necesario hacer a mediano y largo plazos”, destacó el responsable.
En cinco horas de entrevista, Cheney y el rey discutieron sobre Irán, Irak, Siria, Líbano, Afganistán, Pakistán y asuntos israelí-palestinos y bilaterales, agregó el funcionario, quien calificó el encuentro de “muy cordial y muy productivo”.
“Hubo, evidentemente, mucha confianza y amistad en los encuentros, enormes coincidencias en la forma de evaluar los grandes asuntos que enfrentan tanto Estados Unidos como Arabia Saudita en la región”, puntualizó.
El funcionario no quiso precisar los detalles de la entrevista, pues, dijo, fueron “discusiones confidenciales y privadas, que tienen importantes consecuencias. Hemos avanzado en algunos puntos”, señaló.