■ En la enconada disputa por el poder, ambos hacen de lado la idea de Cuauhtémoc Cárdenas
Encinas y Ortega desechan la propuesta de anular comicios
■ “No fue un cochinero generalizado”, dice el candidato de Izquierda Unida; el conteo, va
Ampliar la imagen Jesús Ortega dice que ganó Foto: José Antonio López
Ampliar la imagen Cárdenas, por limpiar el “lodazal” Foto: Alfredo Domínguez
Ampliar la imagen Encinas: sí hubo cochinero Foto: José Antonio López
Alejandro Encinas, candidato de Izquierda Unida (IU) a la presidencia nacional del PRD, planteó ayer que si bien coincide con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano en que durante la elección del domingo pasado se cometieron “prácticas arbitrarias e ilegales”, no es necesario anular el proceso, porque éste aún puede limpiarse. “No fue un cochinero generalizado”, argumentó.
Sin embargo, cuestionó que la Comisión Técnica Electoral (CTE) ha asumido posiciones de tibieza ante las irregularidades detectadas en la elección, como el hecho de permitir el cómputo de casillas no instaladas, que le exigía actuar con firmeza.
Porque, expuso, hasta el momento la comisión no ha aplicado un solo criterio en la toma de decisiones “y en muchos casos actúa con discrecionalidad”. Esta actitud de la CTE, denunció, no sólo aporta elementos de incertidumbre a los resultados, sino también para que la elección pueda ser impugnada y, eventualmente, anulada. “Por eso he planteado que intervenga y no comprometa la legalidad del proceso”, declaró.
Ayer Encinas convocó a una conferencia de prensa en sus oficinas en Coyoacán, para presentar su posición respecto de la carta en la que Cuauhtémoc Cárdenas recomendó anular la elección porque fue un “lodazal” y sus resultados no serían legales.
Al respecto, Encinas subrayó que se trata de un “posicionamiento personal del ingeniero, que no toma posición sobre ningún candidato”, y acotó que en caso de ratificarse su ventaja sobre Jesús Ortega su triunfo no sólo sería legal, sino legítimo. “La elección debe calificarse, porque todavía se puede limpiar”.
Cárdenas, dijo, expresó una preocupación genuina, legítima, porque –efectivamente– las irregularidades dañaron la imagen del PRD. Inclusive aseguró que el ex candidato presidencial es un activo fundamental de ese instituto político y que, por tanto, debe incorporarse plenamente al desarrollo de tareas partidarias.
“Espero que, de ratificarse el resultado favorable a nuestra planilla, se incorpore y me dé su apoyo en la conducción de la dirigencia nacional del PRD”, resaltó.
Encinas planteó que las críticas de Cárdenas deben atenderse, porque es “inadmisible y vergonzoso que hayan ocurrido las prácticas ilegales y fraudulentas en las que incurrieron algunos compañeros. Debe sanearse la elección, deslindarse responsabilidades y aplicar sanciones estatutarias e inclusive penales contra quien resulte responsable”.
Aceptó también que dichas prácticas dañaron la imagen del PRD ante sus militantes y electores, y por ello el partido pagará “un costo muy alto”, porque es una institución que ha reivindicado la transparencia y el respeto al voto y a los procesos electorales, y no pudo hacerlo en su proceso interno.
Coincidió con Cuauhtémoc Cárdenas en el sentido de que la CTE debe asumir plenamente sus facultades y responsabilidades, y otorgar garantías y certeza a los comicios.
Manifestó que ese órgano perredista debe actuar en tres vías: entregar la información de las casillas que no se instalaron el domingo pasado, porque en el cómputo estatal se han ingresado votos “que aparecieron mágicamente”; no computar sufragios ilícitos, y no admitir paquetes electorales manipulados, porque existe evidencia de que miles de boletas fueron cruzadas en favor de Jesús Ortega fuera de los centros receptores de votación.
Rechazó que se hubiese reunido o hablado con Ortega desde la noche del jueves, cuando ambos no llegaron a un acuerdo sobre el cómputo estatal. El candidato de Nueva Izquierda, refirió, no aceptó el recuento voto por voto y, por el contrario, solicitó que se incluyera en el conteo las casillas con más de mil votos –a cada una se entregaron como máximo mil–, así como los de las no instaladas.
“En eso no puede haber acuerdo, porque implicaría reconocer prácticas ilegales y fraudulentas de las cuales no puedo ser cómplice ni dar ningún aval”, advirtió.
■ Toca a los órganos del partido la decisión, según el abanderado de Nueva Izquierda
Georgina Saldierna
Al referirse a la demanda de Cuauhtémoc Cárdenas para que se anulen las elecciones internas del PRD, Jesús Ortega, candidato de Nueva Izquierda a la presidencia de este partido, dijo ayer que sólo la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia puede calificar los comicios y determinar si existen consideraciones para cancelarlos.
Resaltó, por otra parte, que si hoy no hay resultados del proceso, entonces sí el PRD entrará en una crisis de la que sólo saldrían beneficiados la derecha, Felipe Calderón y el priísmo.
Denunció que algunos militantes han recurrido a prácticas de tortuguismo y de franco bloqueo para que no se complete el cómputo, y llamó a los otros candidatos a contribuir para que dicho procedimiento termine.
Agregó que la intención de obstaculizar el conteo se ha observado sobre todo en el Distrito Federal y en los estados de Puebla, Tamaulipas, México y Zacatecas. Por ejemplo, señaló que en el penúltimo faltaban unas cuantas casillas para concluir, pero no se ha podido hacer porque Gerardo Fernández Noroña, como representante de la fórmula de Alejandro Encinas, ha bloqueado la contabilidad.
Ortega Martínez consideró que algunos perredistas no quieren que se complete la sumatoria de los comicios porque seguramente piensan que no les será favorable, pero eso atenta contra la integridad y la unidad del partido, subrayó.
Destacó que los resultados deben estar basados en el cómputo de cada una de las actas. “Tiene que ser así. No se trata de lograr acuerdos políticos al margen de la legalidad estatutaria y el reglamento de elecciones”, expresó.
Durante una conferencia de prensa manifestó su respeto a la opinión de Cárdenas Solórzano. Sin embargo, subrayó que para calificar la calidad de los comicios y ver si existen consideraciones que lleven a la nulidad está la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia.
“Ni yo ni Encinas, ni fulano de tal ni perengano de tal, ni –lo digo con respeto– el ingeniero Cárdenas, tenemos la facultad para decidir si se anula o no la elección. La única facultada para ello es la Comisión Nacional de Garantías, instancia que podrá intervenir una vez que concluya el escrutinio y analice las quejas que se presenten”, puntualizó.
Por lo demás, rechazó que sea necesario cancelar el proceso electoral, pues se instaló 96 por ciento de las casillas y en la mayoría de los estados se desarrolló con normalidad. Si bien se han presentado incidentes lamentables, aseguró que no desacreditan la elección en su conjunto.
Cuando se le preguntó si no sería mejor para el PRD repetir los comicios, dada la imagen de “lodazal” que se generó debido a las irregularidades, Jesús Ortega manifestó que no comparte esa tesis. “Lo que ayudará al PRD es que culmine el proceso electoral, ajustándonos a la legalidad. El partido no va a ganar crédito ante la población si se aparta de su normatividad”, insistió.
Agregó que valiéndose de algunos medios de comunicación la derecha ha aprovechado para crear la imagen de que la contienda interna fue un “lodazal” y hacer aparecer al PRD como un partido en crisis, fracturado y dividido.
En este marco, señaló que tiene correligionarios que son funcionales a la derecha en ese objetivo: “¡Vaya que contribuyen a que se genere la idea de que la elección ha sido un desastre!”, expresó.
En rueda de prensa, Ortega consideró que una vez que termine el cómputo habrá un presidente del sol azteca fuerte y plenamente legitimado por la votación.
Por último, se refirió al encuentro que sostuvo con Encinas y Núñez, el pasado jueves, y dijo que en dicha reunión aceptó las propuestas del legislador para terminar la contabilidad de la votación.
Dichos planteamientos consisten en abrir los paquetes que pudieran tener más de mil boletas y hacer un balance de las casillas en las cuales hay litigio en torno a si se instalaron o no.