■ Los restos fueron cremados este lunes, informaron personas cercanas a la familia

Falleció Juana María Villa Torres, de 93 años, hija del Centauro del Norte

■ Sólo sobreveviven dos hijos del general y revolucionario: Guadalupe y Ernesto

Fernando Camacho Servín

Juana María Villa, hija del general Francisco Villa y Juana Torres, falleció el pasado miércoles 12 de marzo a los 93 años de edad a causa de una complicación en las vías respiratorias.

Los restos fueron cremados ayer, informaron personas cercanas a la familia.

Nacida en 1915, la hija de Villa se desempeñó durante muchos años como empleada de Teléfonos de México (Telmex), no tuvo hijos y vivió en la colonia Lindavista, con su comadre y amiga Angelita, quien se hizo cargo de ella durante sus últimos años.

El documentalista Francesco Taboada, quien se ha dedicado a recuperar la memoria histórica de los ejércitos campesinos de Emiliano Zapata y Francisco Villa, contó en breve charla telefónica algunos detalles de la vida de Juana María.

Durante la filmación del documental Pancho Villa: la Revolución no ha terminado, la hija del Centauro del Norte recordó cómo se conocieron sus padres.

La familia de su mamá, dijo en esa ocasión frente a la cámara de Taboada, en realidad odiaba a Pancho Villa, pero tuvo que cederle a su hija menor, de sólo 15 años de edad, cuando el revolucionario se enamoró de ella y amenazó con robársela.

A los pocos meses, la madre de Juana, del mismo nombre, murió y ella pasó el resto de su adolescencia en la casa de Pancho Villa, a quien recordaba como un padre amoroso, que le recitaba poemas a sus hijos, comía con ellos todos los días y quien vivía con varias de sus esposas bajo el mismo techo.

Sin embargo, cuando Villa se casó con Austreberta Rentería, ésta decidió correr a todos los hijos del revolucionario, por lo que ella fue enviada a Guadalajara con la familia de su madre.

Premonición

También en el contexto del documental, donde tuvo un encuentro histórico con Ana María Zapata, hija de Emiliano Zapata, Juana María Villa Torres recordó que un día antes de la muerte de su padre, éste reunió a sus hijos, les manifestó su amor y les advirtió que si ya no regresaba, nunca se olvidaran de él.

Sin embargo, los hijos de Villa no pudieron asimilar en ese momento un hecho tan contundente como la muerte, y cuando al día siguiente los llevan a velar el cuerpo de su padre, ella y su hermana Celia se ponen saliva en los ojos para que los demás pensaran que estaban llorando, contó Taboada.

A Francisco Villa, asesinado en Hidalgo del Parral, Chihuahua, le sobreviven dos hijos: Guadalupe Villa, quien vive en Parral, y Ernesto Villa, quien reside desde hace varios años en San Francisco, California.