Espermatozoides hoy
Recientemente, la Administración Estatal Farmacéutica y Alimentaria (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó en Estados Unidos un dispositivo que permite medir la cantidad de espermatozoides en el fluido seminal. Se trata de un pequeño artefacto, muy parecido al que se emplea en las pruebas de embarazo, con el que un hombre en su propia casa, a partir de una gota del vital líquido –aquí sí, literalmente dicho– puede saber si es estéril o no.
Se trata de una noticia curiosa que resulta interesante, pues revela aspectos de la infertilidad masculina, misma que se ha convertido, dada su alta frecuencia, en uno de los temas de nuestro tiempo. Muestra además cómo ocurre el tránsito entre la investigación básica y el desarrollo de nuevas tecnologías en el campo de la reproducción humana.
En condiciones normales, en la eyaculación el líquido seminal tiene un volumen variable, pero en promedio es de 3 mililitros, y el contenido de espermatozoides es de entre 200 y 500 millones. El número es importante, pues brinda alta probabilidad de que un solo gameto pueda fusionarse con el óvulo, que desempeña un papel activo en la selección. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, un hombre es considerado fértil cuando la cuenta de células sexuales se encuentra por arriba de 20 millones por mililitro. La subfertilidad, también llamada oligospermia, se presenta cuando el número de células es de entre 2 y 20 millones. Hay una tercera categoría: la infertilidad o azoospermia, en la que la cantidad de células es menor a 2 millones por mililitro.
Desde luego que la cantidad de espermatozoides no es el único factor de esterilidad masculina. En algunos casos la morfología, es decir, la presencia de células de forma anormal, o los defectos en su movilidad, son la explicación de la incapacidad reproductiva, pero el número siempre ha sido un elemento clave. Tradicionalmente estas mediciones las realizaba un técnico en el laboratorio con ayuda del microscopio, pero ahora pueden hacerse mediante el dispositivo que se comenta, bautizado como SpermCheck.
Se trata de un producto de la investigación realizada en el departamento de biología celular de la Universidad de Virginia, que encabeza el profesor John Herr. Mediante un trabajo realizado durante 17 años, se logró identificar un gen (ACRV1) que codifica una proteína llamada SP-10. El dispositivo utiliza anticuerpos que se unen específicamente con esta proteína, lo que permite medir la cantidad de la SP-10 presente en la muestra, factor que se correlaciona directamente con el número de espermatozoides.
El primer dispositivo aprobado por la FDA está diseñado para evaluar el éxito de la vasectomía (SpermCheck Vasectomy), es decir, da un resultado positivo o negativo cuando la cuenta de espermatozoides es mayor o menor a 200 mil células por mililitro, semanas o meses después de la operación. En Estados Unidos cada año se realizan unas 500 mil intervenciones de este tipo, que es ya la tercera opción contraceptiva más popular entre las parejas de ese país. Sin embargo, no es ciento por ciento segura, pues en ocasiones puede ocurrir la recanalización espontánea de los vasos deferentes. Así, esta tecnología permite un adecuado control posvasectomía con una seguridad en los resultados superior a 95 por ciento.
La licencia fue conseguida por la fundación de patentes de la universidad, lo que muestra cómo en las instituciones de investigación puede producirse el nexo entre la ciencia básica del más alto nivel con la investigación aplicada y la comercialización, gracias a la existencia de grupos especializados en las tareas de vinculación.
Además del dispositivo creado para el control posvasectomía, se encuentra listo otro que se espera sea aprobado en la primavera de este año, para la evaluación de la fertilidad masculina (SpermCheck fertility). En este caso se trata de un elemento semejante al anterior que permitirá a los hombres averiguar de manera rápida y sencilla su estatus entre tres categorías: fértil, subfértil e infértil, dependiendo del número de espermatozoides detectados en la muestra, lo que potencialmente ayudará a determinar a millones de personas si es necesaria la ayuda médica profesional. No hay que olvidar que la infertilidad masculina se ha incrementado en el mundo entero por razones que no han sido claramente determinadas.