■ Fue un fracaso y damos la cara: Mansur
El exceso de confianza pesó en la novena nacional
Decepcionados, tristes y cargando a cuestas la eliminación a los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, regresó ayer la selección mexicana de beisbol, procedente de Taiwán.
El pítcher Pablo Ortega dijo que llegaron con exceso de confianza al torneo y el resultado fue un fracaso, opinión que compartió Roberto Mansur, quien además criticó a los jugadores por destacar en individualidades antes que pensar como equipo.
Todavía no salía el sol cuando la novena tricolor traspasó la puerta de la salida internacional. El silencio era sepulcral y fueron pocos los jugadores que accedieron a hablar con los tres medios de comunicación que los esperaban en el aeropuerto capitalino.
“Todo mundo pensó que íbamos a clasificar y lamentablemente no se pudo. Le echamos muchas ganas, pero los juegos importantes (Canadá y Corea) no los pudimos ganar. Estamos tristes, nadie quiso hacer un viaje tan largo e ir a perder”, manifestó Ortega, quien fue pieza clave en los triunfos (cuatro, por tres derrotas) de la novena.
Lamentó no lograr la clasificación a Pekín, donde los directivos apostaban por la medalla en la última participación de este deporte en el programa olímpico.
El tamaulipeco, quien al igual que sus compañeros se reportará con sus equipos de la Liga Mexicana de Beisbol, comentó que no había nada qué esconder y que ahora debían pensar en el Clásico Mundial.
Mansur, integrante de la Comisión de Selecciones Nacionales, espera que este resultado “haga recapacitar a todos los directivos del beisbol, porque los jugadores sólo están buscando sus estadísticas para sus mejoras económicas”.
Enfatizó que a pesar de que en otros deportes se fracasa, “nosotros sí damos la cara” sin provocar tumultos de la prensa.
Lo que ignoraba Mansur es que Alonso Pérez, titular de la Federación Mexicana de Beisbol, quien se quedó en Taiwán por el cargo internacional que ostenta, no informó sobre el arribo del equipo.