■ No será un show de luz y sonido, sino un acto cultural, aseveró el iluminador del encuentro
La Cumbre Tajín no dañará la ciudad sagrada, recalcan
■ Es triste que persista la imagen negativa de años anteriores, señaló Miguel Negrete
■ Desde su montaje se trata de un acto de profundo respeto; ahora nos supervisa el INAH, aclaró
Ampliar la imagen Arqueólogos del INAH supervisan de cerca los preparativos de la Cumbre Tajín, donde se llevará a cabo el programa artístico que cada año se celebrá en esa zona Foto: Eduardo Lizalde Farías
Papantla, Ver., 15 de marzo. Algunas críticas a la organización de la Cumbre Tajín en años anteriores tuvieron sus razones, “porque hubo errores, pero ahora no se trata de un espectáculo de luz y sonido, sino de una actividad cultural supervisada por autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
“En la noche se usan las pirámides, pero sólo se exhiben con luz. No hay gente caminando en las ruinas, no se colocan estructuras sobre las escalinatas ni andamios, nada”, aseguró el encargado de la iluminación de la ciudad sagrada de El Tajín, Miguel Negrete.
Durante un recorrido por la zona arqueológica, agregó que todo el equipo se coloca en el piso. “Hay un arqueólogo del INAH que supervisa el acrto. Tenemos marcaje personal y trabajamos en conjunto. Va entrando un número determinado de personas, no pasa toda la masa”.
Faltan unos días para que comience la Cumbre Tajín, que se realizará del 19 al 23 de marzo. Los espectáculos y las muestras gastronómicas y artesanales se realizarán en el Parque Takilhsukut (donde, entre otros, actuarán Vicentico y Alejandra Guzmán), situado a un kilómetro de la ciudad sagrada. No obstante, cada año hay protestas de algunas personas que consideran que se afecta la zona con el programa artístico, como los trabajadores del INAH, quienes en estos días colocaron una manta donde piden que se respete el área.
Negrete subraya que no se daña al patrimonio cultural totonaca: “Tenemos un proyecto de iluminación permanente para las visitas nocturnas, pero algunas veces se podrá hacer el recorrido sólo con la luz de la Luna. Los pobladores antiguos se iluminaban con fuego”.
En 2006, Cumbre Tajín recibió un millón de visitantes y se instaló en la zona donde se hallan cuatro de los sitios arqueológicos más concurridos. La zona de El Tajín es Patrimonio Cultural de la Humanidad y la pirámide de Los Nichos, el monumento principal, luce radiante. Para el acto “no podremos rebasar los 3 mil visitantes durante las tres horas que durará el espectáculo, por órdenes del INAH y por la capacidad de carga del sitio”.
–¿Cómo iluminarán la zona sin caer en un concepto tipo Disneylandia?
–Esa era una de las críticas anteriores, pero en tres años hemos evolucionado. Si bien es cierto que cometimos errores en el pasado, hemos aprendido y trabajado de la mano con las personas adecuadas, del INAH. Los invito a que vengan a comprobar que en la noche hay un acto de profundo respeto, tanto en la parte cultural y artística, como en su montaje.
“Somos profesionales”
“Aquí no ocurrirá un espectáculo, sino un acto cultural. Ya le dimos la vuelta a todo eso –las críticas. Me entristece que año con año haya comentarios de gente que se quedó con el discurso de hace cinco o seis años. La visita nocturna ya no es de luz y sonido. Habrá luz blanca y un coro de 20 niños totonacos que cantan hasta hacer que se ponga la piel chinita. Ya no se trata de un show.
“El equipo es de profesionales; no somos nuevos. Por lo menos, llevamos nueve años involucrados en este proyecto de Cumbre Tajín y hemos aprendido a hacerlo de acuerdo con las normas del INAH. Yo nací en Poza Rica y sé que lo que hoy se ve no existía. Antes, el camión te dejaba en la plaza del Arroyo (entrada a la zona de El Tajín). Quiero este lugar y mi idea es conservarlo”, finalizó Miguel Negrete.