■ “No eran acreedores a ser asesinados; no habían puesto bombas”
Condena Castro la muerte de mexicanos en ataque en Ecuador
■ Atribuye al gobierno estadunidense versiones sobre vínculos con las FARC
Ampliar la imagen Para Fidel Castro, “el imperio no se resigna a ser el único perdedor” en la pasada reunión del Grupo de Río Foto: Ap
La Habana, 15 de marzo. Fidel Castro señaló hoy que los jóvenes mexicanos muertos en Ecuador en el ataque del ejército colombiano de hace dos semanas “no habían puesto bombas ni eran acreedores a ser asesinados por bombas yanquis mientras descansaban en la madrugada”.
En un artículo difundido esta noche, Castro criticó una versión del diario estadunidense en español El Nuevo Herald sobre el caso, como “un claro intento de justificar que entre las víctimas había jóvenes mexicanos”.
Agregó que los mexicanos pudieron haber llegado, “por curiosidad o por las razones que fuesen”, a entrevistarse con Raúl Reyes, como era conocido el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) muerto en la misma acción.
Castro dedicó la mayor parte de su texto a reproducir notas periodísticas sobre la situación en la región andina.
Polemizó con la versión recogida en El Herald el martes pasado, pero difundida antes en otros medios, de que un ingeniero de origen cubano, nacionalizado mexicano y residente en Querétaro, haya sido el enlace entre las FARC y los mexicanos que estaban en la zona bombardeada.
“Estúpida intención”
“Es clarísima la estúpida intención de mezclar cubanos en el asunto”, señaló Castro, sin entrar en detalles sobre la identidad del citado ingeniero, Mario Dagoberto Díaz Orgaz, pero sugiriendo que un cubano emigrado no responde a la política de La Habana.
Castro rechazó igualmente las implicaciones de otro tramo de la misma nota, según la cual un médico cubano fue capturado en la selva colombiana en febrero y estaba acusado también de apoyar a las FARC.
“Aparte de la mentira sobre la imposible presencia de nuestros estudiantes de medicina en esa distante selva colombiana, cuando un ingeniero o médico cubano abandona su país, es alguien que se marcha con los conocimientos que nuestro pueblo sufragó con grandes sacrificios”, agregó.
Castro atribuyó el origen de esas versiones al gobierno estadunidense, al introducir el tema en esta forma: “el imperio no se resigna a ser el único perdedor en la reunión del Grupo de Río celebrada en Santo Domingo el 7 de marzo pasado. Desea armar de nuevo el sangriento tinglado”.
Luego abordó otra nota, esta vez del Washington Post del 10 de marzo, que conjetura sobre presuntos vínculos entre el presidente venezolano Hugo Chávez y las FARC.
Castro señaló que el presidente colombiano Álvaro Uribe podría no ser la única fuente de las filtraciones que han estado en la base de esas especulaciones, y en cambio recordó el acuerdo al que llegó con Chávez para normalizar las relaciones bilaterales.
“Chávez, por su parte, no renuncia a la búsqueda de la paz entre los pueblos hermanos de América Latina”, añadió el líder cubano.