■ El gremio simboliza la lucha por los derechos laborales, señalan
Condenan abogados campaña mediática contra el SME
■ Inconcebible, satanizar a quienes buscan vivir bien: Eduardo Miranda
Ampliar la imagen Una de las más espectaculares intervenciones de los trabajadores de Luz y Fuerza ocurrió el 24 de enero pasado tras el ventarrón que afectó a gran parte del Distrito Federal Foto: Francisco Olvera
De acuerdo con abogados laborales la campaña mediática contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) responde no sólo a la próxima presentación de la iniciativa de reforma energética, sino también a una estrategia de la política neoliberal, la cual busca “flexibilizar” las condiciones laborales vía el denuesto de las asociaciones sindicales.
En entrevistas por separado, Eduardo Miranda Esquivel, presidente de la Unión de Juristas de México, Benito Mirón Lince, titular de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo del Gobierno del Distrito Federal, y Eduardo Torres Maldonado, académico del departamento de derecho de la Universidad Autónoma Metropolitana, criticaron la actitud del gobierno federal ante el referido gremio durante la actual revisión contractual, pues, sostuvieron, el SME es una “organización simbólica” en el país y líder en la lucha por los derechos laborales.
Miranda precisó que los reclamos económicos y contractuales del SME son “justos” y acotó que el contrato colectivo de trabajo que ha logrado es el fruto de casi 100 años de lucha gremial. “Lo que ellos han conquistado es por lo que debemos luchar los demás trabajadores y organizaciones sindicales, y no que el SME caiga en empobrecimiento. Es inconcebible que estén satanizando a este sindicato como si fuera un crimen luchar por querer vivir bien”.
Consideró que el gremio no es grato al gobierno, pues “busca socializar la riqueza, mientras las políticas de Felipe Calderón buscan socializar la pobreza; además, el SME es un baluarte de la defensa de la industria nacional”.
Torres Maldonado comentó que “el modelo neoliberal sataniza a los sindicatos. Por ejemplo, en 2007 el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, estuvo durante tres meses previos a la negociación salarial golpeando mediáticamente a los sindicatos de comunicaciones y transportes, arguyendo que tenían excesivas prestaciones; lo hizo fundamentalmente para echar abajo la imagen de los grandes sindicatos y que estuvieran debilitados a la hora de la negociación; eso sucede con el SME”.
Agregó que el razonamiento es “si se golpea a los sindicatos más fuertes, los otros van a doblar las manos, eso pasó en Inglaterra; y en México el SME es puntero en prestaciones ganadas en 94 años de existencia”.
Mirón Lince sostuvo que la campaña contra el SME se “enmarca en una estrategia de intento de convencimiento de la población de que quien defienda la soberanía energética está contra el desarrollo del país”. Consideró que la campaña parte de la falacia de que son los trabajadores “los que van a quebrar la empresa con sus prestaciones laborales, cuando todos sabemos que ellos no son los culpables del despilfarro”.