■ Se aprecian filtraciones del manto freático y corrosión en las paredes de los túneles

Inspeccionan primeros kilómetros del drenaje profundo; afloran desperfectos

■ En una semana se sabrá el estado de las instalaciones, aseguran trabajadores

Rocío González Alvarado

Filtraciones del manto freático, exposición del acero y corrosión en el recubrimiento de las paredes de los túneles del drenaje profundo son parte de los problemas que se han identificado en los trabajos de inspección en 3.5 de los 50 kilómetros, en los cuales se han suscitado algunos imprevistos menores, que no ponen en riesgo su conclusión antes de la temporada de lluvias.

Ramón Aguirre y Óscar Hernández, responsables de los sistemas de aguas de la ciudad de México y del estado de México, respectivamente, señalaron que de manera paralela comenzaron las labores previas al proceso de rehabilitación en los 11 puntos críticos que se detectaron.

Aguirre explicó que los contratiempos que han enfrentado, como la ponchadura de una llanta del camión todo terreno Unimog que será utilizado para supervisar el tramo que va de la lumbrera 0-A a la 5, eran de esperarse en una obra de esta magnitud.

“No podemos pensar que hacer un cambio tan fuerte en el régimen operativo del sistema de drenaje sea una situación sencilla. Estamos resolviendo los problemas conforme se han presentado, pero lo prioritario, que era empezar a hacer la inspección, ya está, y estamos seguros de que vamos a cumplir en tiempo”, señaló.

Ayer ambos funcionarios supervisaron los trabajos en la lumbrera número 5, ubicada en Cuautitlán, Izcalli, donde, luego de una inspección preliminar, señalaron que el ducto de las aguas negras presenta erosión menor, por lo que a “reserva de hacer toda la revisión”, el mantenimiento se abocará a recubrir las paredes del acceso.

Más tarde, se permitió a los representantes de los medios de comunicación el descenso a la lumbrera, donde se constató la presencia de escurrimientos de agua en la parte baja, que han provocado una corriente de 50 centímetros de alto sobre el lecho del túnel, el cual, a diferencia de los primeros revisados, se encuentra en buenas condiciones, a decir, de Pedro Paz, trabajador del área de drenaje profundo del Distrito Federal, quien guió el recorrido.

Personal de la empresa Peninsular, que tiene a su cargo las obras en las lumbreras cuatro, cinco y seis, comenzó lo que denominan “procedimiento constructivo”, que consiste en colocar las instalaciones fijas como tuberías para contar con aire comprimido, agua, ventilación, y los ductos para suministrar los materiales de inyección.

Mario Galván, representante de la compañía, calculó que estos trabajos podrían tardar alrededor de una semana: “Ya para entonces sabremos cuál es la situación general del túnel y comenzaremos a hacer las reparaciones con concreto en las zonas dañadas y las inyecciones en el centro”, apuntó.

Óscar Hernández recordó que se cuenta con una inversión de 200 millones de pesos del Fondo Metropolitano para inspeccionar el estado de los túneles, recubrir la parte dañada y arreglar 11 lumbreras, para que aumente la capacidad de conducción de las aguas negras.