■ Potros se quedó con ocho jugadores
Explosivo cierre del San Luis
San Luis Potosí, 1º de marzo. Con un final explosivo concluyó el partido entre Gladiadores y Potros, que tuvo un buen primer tiempo, cayó en el letargo y sólo salió de él al minuto 74, tras la primera expulsión de los azulgranas que terminaron con ocho hombres. Los de casa aprovecharon la ventaja numérica y ganaron 2-0.
Los pupilos de Raúl Arias vencieron a unos Potros que no supieron encauzar su disgusto y se quedaron con nueve puntos en el grupo dos, mientras los potosinos treparon al subliderato del grupo tres, con 13 unidades.
El duelo resultó nivelado, intenso, con llegadas en ambas porterías. El San Luis, impulsado por su afición, se mostró más incisivo, pero en dos ocasiones le anularon tantos por fuera de lugar. Los visitantes estuvieron lejos de ser un flan, ya que Gabriel Pereyra no desaprovechó ocasiones para poner a prueba los reflejos del veterano Adrián Martínez.
El primer periodo se agotó con la polémica que generó una llegada del Atlante, donde el defensa Óscar Mascorro desplazó con la mano al venezolano Giancarlo Maldonado, pero el silbante Paul Delgadillo consideró que no hubo falta.
En el complemento, la intensidad decayó, tanto Potros como los ex tuneros dieron prioridad a la defensa, estaban impasables hasta la expulsión de Gerardo Castillo, al minuto 74, por bloquear en forma ilegal un avance de Braulio Luna.
Enseguida llegó el gol de Eduardo Coudet (81), un auténtico cañonazo que se incrustó cerca del ángulo superior izquierdo de la meta de Vilar, quien hizo desmesurados reclamos al silbante pidiendo un inexistente fuera de lugar, lo que le valió para recibir el cartón rojo, al minuto 82.
José Guadalupe Cruz, técnico de Potros sacrificó a Clemente Ovalle y metió al portero suplente, Rafael Cuevas. Pero el desastre creció todavía con el golazo de Tressor Moreno, al minuto 85, quien capitalizó un avance por la derecha con posterior centro retrasado, para definir con potencia y precisión.
En forma rigorista, Delgadillo despachó el cartón rojo a Giancarlo Maldonado.