Falleció Corrieri, actor esencial de la tv cubana
La Habana, 1º de marzo. Sergio Corrieri, el actor que conmocionó a los cubanos al ponerle rostro a los agentes de la isla infiltrados en la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de Estados Unidos, murió el viernes, dos días antes de cumplir 70 años.
Al comenzar la década de los 80, Corrieri encarnó a David, personaje invencible como agente de la seguridad cubana, que logra engañar a la CIA al hacerse pasar por un activo anticastrista, para desarticular planes de sabotajes contra Cuba y Nicaragua.
En dos series, En silencio ha tenido que ser y El regreso de David, Corrieri protagonizó historias ficticias, aunque basadas en hechos reales, que por primera vez mostraron a los cubanos algunos ángulos de lo que llegaron a ser célebres operaciones de los servicios especiales, tras el triunfo de la revolución, en 1959.
Antes, Corrieri había recreado un personaje real en la película El hombre de Maisinicú, de Manuel Pérez (1973), historia de Alberto Delgado, un campesino partidario de la revolución que se infiltró en un grupo alzado contra el gobierno de Fidel Castro en los años 60.
Apoyó al teatro de la isla
En 1968, Corrieri fue un personaje muy distinto en el cine. Tomás Gutiérrez Alea lo hizo protagonista de Memorias del subdesarrollo, fundamental en la filmografía cubana, que cuenta cómo un intelectual adinerado, dudoso y escéptico, mira a distancia la transformación de Cuba a raíz de la revolución.
Corrieri fue fundador de dos compañías señeras en las tablas cubanas, como el Teatro Estudio y el Grupo Teatro Escambray. Desde mediados de los años 80 ejerció cargos públicos. Fue vicepresidente del Instituto Cubano de Radio y Televisión, jefe del Departamento de Cultura del Partido Comunista, diputado, miembro del Consejo de Estado, y desde 1990 presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.
Encabezó la Comisión Organizadora del Congreso de la Unión de Escritores y Artistas, pero a finales del año pasado tuvo que dejarla para atender su salud.