■ Asegura Zahi Hawass que de esa manera se dará más atención a Asia y Latinoamérica
Egipto, en campaña por lograr la secretaría general de la UNESCO
■ Anuncia el titular del Consejo de Antigüedades de ese país que en este año habrá grandes revelaciones sobre Tutankamón
■ Supervisa la exposición Isis y la serpiente emplumada
Ampliar la imagen Zahi Hawass, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto Foto: José Antonio López
Tras el gran sentido del humor del arqueólogo egipcio Zahi Hawass (Damietta, 1947) habita una fuerte convicción: el fervor que siente por su cultura, la cual, en su opinión, reside en el corazón del mundo.
De visita en México para supervisar el buen cuidado y recibimiento de las piezas que integran la exposición Isis y la serpiente emplumada, que se exhibe en el Museo Nacional de Antropología (MNA), el secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades de Egipto señaló el viernes, momentos antes de dictar una conferencia magistral en torno a sus hallazgos recientes, que su país se encuentra en campaña para que su ministro de Cultura, Farouk Hosny, llegue a la secretaría general de la UNESCO.
“Estoy seguro de que eso sucederá, y entonces, esta persona va a cambiar la cultura de muchos países, porque reforzará la educación y prestará mayor atención a naciones como las asiáticas y latinoamericanas. Por eso les pido a ustedes que lo apoyen”, dijo Hawass, quien encabeza un movimiento orientado a devolver a Egipto muchos de los tesoros faraónicos que se encuentran en colecciones de museos europeos y estadunidenses, principalmente los adquiridos de manera “ilegal”.
El arqueólogo fue una de las voces que con más ahínco se opuso el año pasado a la campaña comercial privada del magnate suizo Bernard Weber, quien pretendía designar “maravilla honoraria” a las pirámides de Giza.
“No son una mercancía”, dijo el egiptólogo, quien anunció anteayer en el auditorio Jaime Torres Bodet del MNA, durante la charla que mantuvo con decenas de admiradores, que 2008 será el gran año de los descubrimientos en Egipto, principalmente de la familia del faraón Tutankamón.
“Aclararemos misterios de sus padres, abuelos, hermanas y posibles hijos”, señaló a propósito de esa momia que él considera “mágica”, sin ninguna clase de maldiciones a su alrededor, la cual fue retirada recientemente de su sarcófago para exhibirla “rostro a rostro” ante los miles de turistas que cada año la visitan.
Hawass denunció que Tutankamón fue severamente dañado por el inglés Howard Carter, quien descubrió su tumba en 1922. Inclusive, durante muchos años se creyó que el pene fue robado, “pero un día me puse a escarbar en la arena alrededor del sarcófago, y lo encontré ahí, desprendido. Creo que esa fue su verdadera resurrección”, bromeó.
Dijo que apenas se ha explorado 30 por ciento de todo lo que esconde el suelo de su país relativo al antiguo reino de los faraones, y lamentó que la mayoría de esas investigaciones las hayan realizado extranjeros, quienes se llevaron los vestigios.
No obstante, agregó, han vuelto ya a Egipto más de 5 mil piezas provenientes de colecciones de todo el mundo.
Confesó que hace más de 58 años no quería ser arqueólogo, sino abogado, “estudie leyes, pero un día me obligaron a ir a una excavación al desierto. Los trabajadores habían encontrado una estatua en una tumba, me la dieron y empecé a cepillarla para quitarle la arena.
“En ese momento encontré mi vida. Hace seis meses fui al museo de El Cairo y abrí la vitrina donde estaba esa estatuilla que me transformó, y entonces decidí lanzar una página en Internet para los niños.
“Ahora recibo cartas de pequeños de todo el mundo que quieren ser arqueólogos y cuyo sueño es entrar conmigo a la Gran Pirámide, además de ponerse mi sombrero, por eso está a la venta, cuesta 45 dólares, firmado por mí; el dinero que se obtiene se está invirtiendo en construir en El Cairo el que será el museo infantil más bello del mundo, dedicado a nuestra cultura.”
Hawass explicó a detalle, con decenas de fotografías, su incursión en el Valle de las Momias Doradas, sitio que descubrió al considerar que también las “tumbas de los pobres” debían ser conocidas.
En este punto de su conferencia también criticó el hecho de que la gente de la localidad construyó casas sobre el sitio arqueológico para poder saquear el lugar sin ser vistos, “y eso que tenían cara de honrados”.
Más de 200 momias fueron encontradas ahí durante una excavación que se llevó a cabo en 1999, algunas llevaban máscaras doradas y pectorales de divinidades egipcias.
Sin perder la emoción, el arqueólogo dijo ante una multitud embelesada: “sabemos que Marco Antonio y Cleopatra están enterrados juntos en Alejandría, hemos encontrado un templo donde parece que están, pero hay un túnel que baja 130 metros y es muy peligroso, está lleno de agua.
“Hay estatuas, cámaras muy interesantes, una cabeza de piedra de Cleopatra. Seguimos trabajando y les aseguro que este año vamos a poder descubrir dónde está la tumba. Será un descubrimiento más sobresaliente que el de Tutankamón.”
Bill Gates, George Lucas, Steven Spielberg, Bill Clinton, Naomi Campbell, presidentes, artistas, “muchos famosos que ni conozco”, acuden a Egipto para visitarlo y conocer el nuevo secreto por él develado.
Pero Hawass lo único que desea es estar solo, literalmente metido dentro de los hoyos que va haciendo por todo el desierto egipcio para hallar pistas que lo lleven ya sea a develar los misterios de la pirámide de Keops, a comprobar que tienen ya la momia de la faraona Hatshepsut, “la más importante de todas las gobernantes”, o que están cerca de dar con el lugar donde reposa la bellísima Nefertiti.
“Uno nunca sabe lo que el cielo de Egipto puede esconder para nosotros. Las pirámides, el mundo que se esconde bajo el desierto fue, hace miles de años, un proyecto de todo un país, trabajaron de norte a sur para construirlas, para estar cerca de sus faraones.
“He escrito muchos libros acerca de las excavaciones, guiado decenas de documentales, ofrecido charlas en muchos lugares, pero nunca he podido describir con exactitud lo que siento cuando estoy frente a estos tesoros”, concluyó el guardián implacable del mítico Egipto antiguo.