■ El ataque dejó al menos 61 palestinos muertos, entre ellos mujeres, niños y ancianos
La ANP suspende diálogo con Israel por el intenso bombardeo sobre Gaza
■ La ofensiva es el “precio a pagar” por el lanzamiento de cohetes, afirma Tel Aviv
Ampliar la imagen Más de 200 personas resultaron lesionadas. En la imagen, un niño que fue atendido en un hospital de Beit Lahiya Foto: Ap
Gaza, 1º de marzo. La aviación y el ejército israelíes mataron hoy a 61 palestinos –la mitad civiles– y destruyeron una mezquita en el norte de la franja de Gaza, en la más intensa ofensiva de Tel Aviv desde que invadió esta región de la costa del mar Mediterráneo, en 1967, durante la Guerra de los Seis Días.
En el cuarto día continuo de bombardeos sobre supuestas posiciones del movimiento de resistencia islámica Hamas, 200 personas resultaron heridas y dos soldados del ejército israelí murieron durante la incursión a territorio palestino, que en enero fue objeto de un bloqueo energético por Israel.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, reaccionó a esas acciones con la suspensión del diálogo de paz con Israel, iniciado en noviembre pasado bajo el patrocinio del gobierno de Estados Unidos.
“Es impensable que la reacción israelí a los disparos de cohetes palestinos, que nosotros por supuesto condenamos, sea tan terrible y espantosa”, expresó Abbas –militante del partido Fatah, opositor a Hamas– en referencia a la muerte de “inocentes, mujeres, niños y ancianos”.
Antes del amanecer, un pelotón de tanques entró a la zona norte de la franja, pero se encontró con resistencia palestina en Yabaliya. La aviación mantuvo vuelos rasantes y algunos de sus proyectiles cayeron en blancos civiles, incluida una mezquita y una concentración popular en las calles de la ciudad de Gaza. Por la noche, las naves bombardearon las oficinas del jefe de Gobierno, Ismail Haniyeh, miembro de Hamas, electo a principios de 2007.
Desde el miércoles han fallecido 87 palestinos, incluidos combatientes de Hamas y Jihad Islámica. La cifra de muertos de hoy es la mayor en un solo día desde 1967, aunque el 8 de noviembre de 2006, 21 personas fueron abatidas, cuando el ejército disparó contra edificios en la localidad de Beit Hanun, también en el norte de la franja.
Tel Aviv informó que la ofensiva es respuesta a los ataques con cohetes de fabricación artesanal que a principios de la semana causaron la muerte a una persona en la ciudad de Sderot, en el sur de Israel, y numerosos heridos en Ashkelon, en la misma región.
“Es el precio a pagar”, aseveró este sábado el ministro de Defensa, Ehud Barak, al comentar la cifra de muertos en Gaza, mientras el viceprimer ministro israelí, Haim Ramon, señaló la posibilidad de reinvadir la franja –ocupada durante 38 años, hasta 2005–, pero aclaró que es no ayudaría a Israel.
Pese a la intervención militar israelí, guerrilleros palestinos continuaron lanzando cohetes y proyectiles de mortero hacia el país vecino, con un total de 48 impactos que no causaron víctimas.
Por su parte, el viceministro de Defensa, Matan Vilnai, habló el viernes de que los ataques con cohetes Qassam pueden provocar una “holocausto” palestino, en una referencia inusual al término utilizado para describir la matanza de judíos en la Segunda Guerra Mundial.
“Israel exagera el holocausto” y lo usa “como pretexto para hacer lo que quiere”, declaró Khaled Meechal, líder de Hamas en el exilio en Damasco, al hablar sobre la ofensiva contra la ciudad de Gaza.