■ El operativo fue en territorio ecuatoriano; Rafael Correa ordena investigar los bombardeos
Abate el ejército colombiano a Raúl Reyes, el segundo jefe de las FARC
■ No se violó la soberanía de Ecuador: Colombia; “derrrota de la farándula terrorista”, dice Uribe
■ Preocupa a los familiares de los rehenes la operación; la vía militar no es aconsejable, afirman
Ampliar la imagen Imagen del cuerpo sin vida del guerrillero de las FARC en Puerto Asís, en el sureño departamento colombiano de Putumayo Foto: Ap
Bogotá, 1º de marzo. El jefe guerrillero Raúl Reyes fue abatido esta madrugada en territorio de Ecuador durante una operación del ejército colombiano, confirmó este sábado el Ministerio de Defensa de Colombia.
Reyes, integrante del secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), vocero de la guerrilla para la búsqueda de un acuerdo humanitario y segundo jefe del grupo, cayó junto con 17 insurgentes durante intensos bombardeos a un campamento situado cerca del río San Miguel, en una zona conocida como Granada.
La muerte de Reyes, cuyo nombre era Luis Edgar Devia, se produjo apenas tres días después de que las FARC liberaron a cuatro ex congresistas que tenían en su poder desde 2002 en busca canjearlos por guerrilleros presos.
Los cuatro ex rehenes, quienes se encuentran en Caracas tras ser entregados por la guerrilla al presidente Hugo Chávez, no se pronunciaron sobre el suceso. Se espera que lo hagan este domingo, cuando regresen a Colombia.
Entre tanto, los familiares de las personas que aún están en manos de las FARC expresaron su preocupación por lo ocurrido y reiteraron su total oposición a la posibilidad de un rescate de sus seres queridos por la vía militar.
Juan Manuel Santos, ministro de Defensa de Colombia, dijo que el presidente Álvaro Uribe se comunicó con su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, para ponerlo al tanto de la situación.
Desde Quito se informó que el presidente de Ecuador ordenó a sus mandos militares que realicen una detallada investigación de lo ocurrido, pese a que las autoridades colombianas aseguraron que en ningún momento se violó la soberanía nacional ecuatoriana.
En breve comparecencia ante los medios, Santos relató que la operación se inició poco después de la medianoche del viernes con bombardeos sobre el lugar donde habían ubicado a Reyes.
Añadió que “una fuente humana” había dado información sobre la llegada del jefe guerrillero al área. También relató que después de los bombardeos, “el cadáver de Raúl Reyes fue trasladado desde el territorio ecuatoriano hasta Colombia para evitar que los guerrilleros se lo llevaran”.
Uribe esperó hasta la noche para pronunciarse y lo hizo por cadena de radio televisión en el intermedio de uno de los clásicos del fútbol colombiano.
Habló escasos cinco minutos, durante los cuales felicitó a los mandos de las fuerzas militares y al ministro de Defensa, al tiempo que reveló la participación de dos informantes para el éxito de la operación, a quienes –dijo- “se les pagará su recompensa”.
Sin explicar por qué, Uribe agradeció al presidente ecuatoriano, Rafael Correa, y definió la muerte de Reyes de “una derrota de la farándula terrorista”. Por último, dijo que asumía toda la responsabilidad de los hechos.
Las autoridades colombianas reportaron también la muerte de Julián Conrado, otro jefe insurgente que cobró protagonismo en los fracasados diálogos de paz del Caguán como integrante de las llamadas Mesas Temáticas.
Asimismo, aseguraron que entre los guerrilleros muertos está Gloria, compañera de Reyes.
Comandante del Bloque Sur de las FARC, Raúl Reyes condujo las negociaciones de paz entre el gobierno del presidente Andrés Pastrana y la guerrilla (1998-2002). Tras la finalización del proceso, quedó a cargo de las relaciones internacionales de la organización y fue su principal portavoz.
En sus campamentos recibió a centenares de delegados de organizaciones políticas nacionales e internacionales, así como a enviados especiales de los medios de comunicación.
La muerte del líder guerrillero fue calificada por el gobierno como “el mayor golpe a las FARC en toda su historia”. Sectores políticos cercanos al presidente celebraron el hecho como “triunfo contundente de la política de seguridad de Uribe”, mientras algunos analistas dijeron que es “el principio del fin de la guerrilla”.
Desde Caracas, donde se encuentra acompañando a cuatro dirigentes políticos recién liberados por las FARC, la senadora colombiana Piedad Córdoba lamentó el hecho y confió en que pueda seguir su gestión en favor del un intercambio humanitario.
“Lamento la muerte de otros 18 colombianos por cuenta de la guerra que vive el país. Hace pocos meses estuve con Reyes en uno de sus campamentos y pude constatar su voluntad de conseguir un canje, así que su muerte es una gran pérdida no sólo para las FARC sino también para las esperanzas de paz para Colombia”, dijo Córdoba a La Jornada.
Agregó que la muerte de Reyes, el principal portavoz de las FARC en el tema del intercambio humanitario, “es un golpe premeditado contra el proceso”.
Según la senadora “en su condición de vocero, Reyes se reunía constantemente con delegados nacionales e internacionales, lo cuál lo convirtió en el más vulnerable de los miembros del secretariado. El gobierno detectó esta circunstancia y montó la operación para matarlo”.
Llamó la atención sobre el hecho de que los bombardeos se hubieran producido justo un par de días después de que las FARC liberaron unilateralmente a cuatro ex congresistas, y recordó que uno de ellos, el senador liberal Luis Eladio Pérez, había insistido en rueda de prensa celebrada el jueves, en el camino del diálogo como única vía para la liberación de los rehenes que aún están en poder de la insurgencia.
En declaraciones a La Jornada, Carlos Lozano, dirigente del Polo Democrático (izquierda), dijo que la muerte de Reyes “es un duro golpe para las FARC, pero no puede considerarse como el derrumbe de esa guerrilla, cuya estructura es muy sólida”.
Según Lozano, las FARC interpretarán la muerte de su dirigente como “un episodio más en la guerra que libran desde hace más de 40 años” contra el gobierno.
En cuanto a las repercusiones que tendrá el hecho sobre las negociaciones para un acuerdo humanitario, el analista y escritor Alfredo Molano consideró que no debe afectarlas: “No creo que la guerrilla suspenda la búsqueda de un acuerdo por este episodio”.
Aún están en las selvas la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt, tres líderes políticos y 28 militares y policías, algunos de ellos desde hace más de 10 años.
La muerte de Reyes constituye, según expertos en temas militares, el golpe más fuerte contra la guerrilla de las FARC y complementa una serie de acciones de los servicios de inteligencia tendientes a eliminar a los principales dirigentes de la insurgencia.